1. Un viaje a la playa con mi madre y yo


    Fecha: 15/02/2018, Categorías: Incesto Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    ... alegre la vista, me contesta. Seguro que está soltero o si está casado su mujer no tiene esta delantera. —Y diciendo esto se colocaba el escote para que sobresalieran un poco más.
    
    —Estás loca mamá.
    
    —Y a ti te encanta, ¿eh? —y se reía.
    
    Terminamos la comida y volvimos al apartamento. Al salir del restaurante me fijé como el camarero se le quedó mirando el culo a mi madre. Vaya con el tipo ese, pensé.
    
    Yo me fui directamente a la cama, estaba muy cansado y enseguida me dormí.
    
    No sé cuánto tiempo pasó cuando me desperté. Oía unos ruidos que venían del otro lado de la pared. Pegué el oído y escuché unos gemidos y un movimiento de la cama. Eran la pareja inglesa, que se habían puesto a hacer el amor a la hora de la siesta.
    
    —More, more —decía ella.
    
    —Yes, yes —le contestaba él.
    
    Yo ya no podía dormirme, así que seguí escuchándolos. Al poco tuve una erección y me bajé los calzoncillos y empecé a meneármela.
    
    En eso estaba, cuando vi una sombra en la puerta de mi habitación. Era mi madre que estaba plantada en el umbral de la puerta. Escondí mi polla en los calzoncillos y me tapé con la sabana.
    
    —¿Tu tampoco puedes dormir? —me preguntó.
    
    —No. La parejita se ha puesto a hacerlo y hacen mucho ruido.
    
    —Y te han puesto cachondo, ¿eh?
    
    Yo no sabía dónde meterme. Mi madre me había descubierto. ¿Y a que venía ese lenguaje? Con mi padre sería normal que lo dijera, pero ¿con su hijo?
    
    —Se nota tu erección a un kilómetro. —Me dijo muy seria, pero en el fondo no ...
    ... estaba enfadada.
    
    —Yo también me he excitado. Si quieres terminar, el baño es una buena opción.
    
    —Mamá, por dios, como voy a... —no me salían las palabras, sabiendo que estas detrás de la puerta.
    
    —Como si fuera la primera vez que te la cascas habiendo gente en casa.
    
    O sea que era consciente de todas las veces que la meneé en el baño. Vaya...
    
    Me levanté aceptando la situación y me metí en el baño. Eché el pestillo, como si eso fuera a hacer que mi madre desapareciera del apartamento, y seguí masturbándome hasta que me corrí.
    
    Tiré de la cadena y me lavé las manos y salí del baño.
    
    —¿Te has quedado a gusto? —me preguntó.
    
    —Mamá, otra vez. Vaya con la preguntita.
    
    Ella entró detrás de mí. Me dirigía a mi habitación, cuando no sé porqué, sentí morbo y volví lentamente sobre mis pasos. Pegué la oreja con cuidado a la puerta del baño y pude oír como mi madre se masturbaba y gemía.
    
    En ese momento lamenté que la puerta no tuviera cerradura, para poder espiar a mi madre en ese momento tan íntimo.
    
    Cuando salió del baño, la parejita seguía a lo suyo y mi madre me propuso que durmiera con ella. Se sentía muy sola, ya que mi padre, como sabéis, no llegaría hasta dentro de una semana. Acepté y nos tumbamos y nos acurrucamos juntos.
    
    Juraría que tuve otra erección en sueños.
    
    Eran las 7 de la tarde cuando nos levantamos. Mi madre me dio dos besos y me agradeció que le hiciera compañía.
    
    Nos sentamos en la terraza a tomar el fresco. El sol daba por la parte ...
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