Venancio, el viejo tendero 2.
Fecha: 09/07/2017,
Categorías:
Gays
Autor: chichos91, Fuente: SexoSinTabues
... quería meterme la polla de esa manera. Me subí sobre él, y sujetando su polla con una mano, la coloqué en la entrada a mi ano, y fui bajando hasta enterrarme toda su polla dentro de mi culo. Una vez la tuve toda dentro empecé a cabalgar sobre él, mientras él con sus manos me agarraba por las caderas, para luego apretar mis tiesos e hinchados pezones. Los apretaba con fuerza y me hacía dar pequeños gritos y gemir de placer. Como él no estaba totalmente estirado, sino que casi estaba sentado en la cama y con la espalda recostada sobre el cabecero de la cama, si se inclinaba hacia mí, podía morderme los pezones, y hasta el cuello y boca. Cosa que empezó a hacer, para gusto mío. Esto me hizo volver loco de placer, y dar fuertes gemidos y grititos por el placer que sentía. Fue entonces que empecé a correrme de manera salvaje, llevándome aquello al clímax y extenuación. Me tuve que abrazar a él, mientras me corría salvajemente. Así mi princesa, así, córrete y goza, me decía Venancio mientras me seguía follando el culo, hasta que volvió a derramar todo su semen dentro de mis entrañas. ¡Ohhhhhhh! Mi amor, que culito, como me gusta, ¡ohhhhhh! Me has vuelto hacerme correr mi princesita. Quedamos abrazados durante un buen rato, siendo acariciado, magreado y besado por él, hasta que poco a poco fue saliendo su polla de mi culo, luego nos volvimos a limpiar con la toalla que estaba tirada sobre la ...
... alfombra. Una vez repuestos, le pregunté qué hora era y me dijo que eran las 5:22. Será mejor que me vista y me vaya ya, le dije. ¿No quieres quedarte un poco más en la cama? Igual me quedo dormido, ya que estoy cansado, y no puedo más. No te preocupes, que si hace falta yo te llamo a la hora que quieras. Bueno le contesté, pero a las 7, quiero marchar, no me gustaría que me viesen salir de aquí a primeras horas de la mañana. No te preocupes, que la tienda no la abro hasta las 9:30, y si salieses a esa hora, podías hacerlo como si fueses un cliente que viene a comprar a esa hora. Ya, pero prefiero salir antes de que abras. Nos quedamos tumbados en la cama, hablamos de todo un poco, y de cómo quedar para la próxima vez. Quedamos para el sábado, ya que yo ese día tenía una cena con los amigos, y luego antes de subir para mi casa, podríamos quedar. O bien me acompañaba desde el bar como la primera vez, o cuando estuviese en mi portal darle un toque por el móvil y hacer igual que hoy. Bajamos desnudos hasta la cocina, que era donde habíamos dejado la ropa, allí me vestí con la ayuda de él, ya que la ropa estaba tirada por el suelo. Una vez vestido, cogí el bastón blanco, lo desplegué, y acompañado por él, me llevó hasta el portal de mi casa. Allí terminé de fumar el cigarrillo que había encendido al salir de la tienda, y una vez terminado, se despidió dándome palmaditas en el culo, y magrearlo una vez más.