1. Desconcertando a mi prima Vicky


    Fecha: 18/02/2018, Categorías: Incesto Autor: zitro1, Fuente: CuentoRelatos

    ... urgente que sin pensarlo la atraje hacia mí para besarla y en lugar del previsible rechazo me encontré con una respuesta tan apasionada que en unos instantes me sentí transportado a la cima de la excitación.
    
    —¿Nooo... tendríamos que parar? —jadeando, con el pelo revuelto y las mejillas rojas.
    
    En lugar de palabras le respondí con un golpe de caderas que incrusté el bulto de mi verga en la unión de sus muslos. Durante unas fracciones de segundos el tiempo pareció detenerse mientras acusábamos el impacto de lo que acababa de acontecer.
    
    —¿Por qué me haces esto? —preguntó entre confundida y atemorizada cuando la hice girar para que quedara debajo de mí.
    
    —Tú iniciaste el juego, después viniste a buscarme y ahora tendrás que atenerte a las consecuencias.
    
    —¿Qué consecuencias? ¿Qué quieres decir?
    
    La confusión en su voz coincidía con la confusión en sus ojos, una extraña lujuria emanaba en su vista, me sostuvo la mirada desconcertada, como si estuviera tratando de convencerse completamente de que eso era lo que ella quería.
    
    —Vamos, ¿me estás diciendo que nunca te ha pasado por la cabeza en algún momento...?
    
    —¡Oh, estás totalmente fuera de tus cabales!
    
    —Normalmente no lo estoy, pero ahora pienso que te gusta lo que está pasando y creo que vas un poco caliente. O tal vez es sólo la forma en que me miras, no lo sé.
    
    —¿Estás bromeando? pensaba que no te gustaban las chicas rellenitas como yo.
    
    —He de decirte que en estos momentos me resultas muy interesante ...
    ... y deseada —Se puso colorada y se movía inquieta en el poco espacio que le permitía al estar yo sentado a horcajadas sobre sus muslos.
    
    —Oh, dios mío —respiró profundamente.
    
    —Tienes el pulso acelerado, venga sé una buena chica ahora y déjame hacer.
    
    —¡Pero si soy una buena buena! ¿Qué quieres hacerme?
    
    Le abrí la blusa y tire del sujetador hacia arriba liberándole los pechos que saltaron como movidos por un resorte, eran generosos, blanquecinos rematados por unas aureolas rojizas que envolvían los pezones. No opuso la más mínima resistencia y alentado por sus apagados quejidos, besé y chupé las endurecidas y turgentes puntas oscuras que me supieron a leche fresca y miel, por unos momentos temí dejarme llevar por el arrebato de arrancárselos de un mordisco. Con voz apagada ella no dejaba de gemir, murmurando incoherencias mientras levantaba las caderas y frotaba su sexo contra el mío, pero a pesar de ello mantenía el control suficiente como para impedirme quitarle los pantalones.
    
    —¡No! —protestaba, tomándome de las muñecas.
    
    —Solo quiero ver —dije mientras me colocaba a un lado.
    
    Finalmente conseguí vencer su resistencia y accedió a que se los bajara, pero sólo hasta las rodillas dejándome al descubierto sus generosos muslos, se los acaricié pasando a continuación la mano sobre la tela de las bragas.
    
    —Viky, tienes unos pechos maravillosos, unos muslos espléndidos y seguro un hermoso coño que por cierto lo percibo deseoso ¿Quieres seguir con el juego…?
    
    Unas ...
«1234...7»