1. La viuda de mi tío


    Fecha: 19/02/2018, Categorías: Gays Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... su coño con ella, comenzó a gemir, después le puso el culo, y gozó de la lengua entrando y saliendo de él. Sindo se volvió a poner malo. Su polla ya estaba empapada y latía una cosa mala. Mala era la Viuda. Volvió a meter la cabeza de la polla en el coño. Esta vez la metió y la sacó media docena de veces. Al sentir cómo le latía la polla a su sobrino, la muy zorra lo folló metiéndola hasta el fondo con violencia. La polla al llegar al fondo del encharcado coño, hacía este ruido:
    
    -¡Clash, clash, clash, clash, clash, clash...!
    
    La Viuda quería que se corriera, y lo iba a conseguir, pero, de repente, se quedó quieta. Sindo sintió como una pequeña cascada de jugo calentito mojaba sus pelotas. Luego el coño apretó la polla y la Viuda se derrumbó sobre él. Gimiendo y comiéndole la boca, echó una corrida que la dejó seca.
    
    Al recuperarse, le dijo:
    
    -Coge la bota de vino que hay debajo de la cama.
    
    Había planeado bien las cosas. Sindo, cogió la bota.
    
    -Dúchame con vino.
    
    Apretó la bota y apuntó a sus tetas... Menos su coño y su culo, que ahí le ardería con el alcohol del vino, le echó en todas las partes. La Viuda, frotándose, se quitó el olor de la orina y le quedó el del vino blanco. Ni una gota quedó en la bota para probarlo. Al acabar de frotarse, le dijo:
    
    -Coge en el cajón de arriba de la coqueta la caja roja, ábrela, y dámela.
    
    Sindo, abrió el cajón y cogió la caja. Tenía manteca dentro. La Viuda, le preguntó:
    
    -¿Te imaginas para qué es, Sindo?
    
    Lo ...
    ... sabía de sobras.
    
    -Quieres que te folle el culo.
    
    -Échate sobre la cama.
    
    Parecía que la Viuda no le quería pagar. Le cogió la polla, se la untó de manteca y le hizo una mamada sublime sin parar de meneársela y de mirarle a los ojos. Cuando Sindo ya no aguantaba, le apretó los huevos.
    
    -¡Cooooño! ¿Qué haces, bruta?
    
    -Echarte una mano.
    
    -Ya lo veo, a los cojones.
    
    -Calla, que te ibas a correr, capullo.
    
    -También es cierto. Sí, iba a perder el dinero.
    
    -Lo vas a perder igual, pero quiero sentir tu leche dentro de mi culo.
    
    El que estuviera a punto de cagarla, sacó pecho.
    
    -Sueña.
    
    Le volvió a untar la polla de manteca. Se puso a cuatro patas, y sonriendo, le dijo:
    
    -Hasta que me corra no puedes parar.
    
    -¿Quieres que te azote?
    
    -Lo dejo a tu elección.
    
    Acercó la polla a su ojete, un ojete sin estrías, virgen, y le metió el glande. Era muy extraño, entró apretada, pero sin dificultad, y más extraño aún fue que la Viuda no se quejó, al contrario, comenzó a gemir. Nalgueándola, se la fue metiendo hasta el fondo, después, con las manos pringadas de manteca, le cogió las tetas, se las magreó y le apretó los pezones para sentir como se quejaba... La Viuda, se acarició el clítoris y ni cinco minutos tardo en decir:
    
    -Tú ganas, cabrón, tú gaaa... ¡¡¡Aaaaaaaaaay!!!
    
    Le temblaron las piernas, las tetas, el culo, le tembló todo mientras se corría. Tuvo un orgasmo brutal.
    
    Si se le alarga unos segundos más le llena el culo de leche, a Sindo lo salvó la ...
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