1. Ayudé a un amigo a solucionar su problema


    Fecha: 28/02/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Euge, Fuente: CuentoRelatos

    El otro día, hablando en confianza con mi amigo Héctor me comentó que le parecía que tenía problemas sexuales ya que le costaba mantener su erección y eso lo tenía preocupado. Que había visitado a un urólogo, pero éste le había dicho que era todo psicológico ya que, no obstante ser un hombre de 50 años no padecía de enfermedad alguna que le produjera tal situación.
    
    Se notaba que realmente se sentía mal porque en cierta oportunidad, en que estaba su esposa presente, se preguntó en tono risueño ¿cuál era el motivo por el que su "amiguito" si había nacido con él se había muerto antes? (en alusión a su falta de erección) y su mujer se rio, como asintiendo sus palabras y eso me puso mal, porque comprendí realmente por lo que estaba pasando mi amigo.
    
    Fue entonces que me preocupé por ayudarlo y le propuse cambiar de médico y fue entonces cuando me contó que en realidad un psicólogo al que había acudido le habían sugerido probar tener sexo con otra mujer, ya que con la suya debido a la rutina con la que practicaba el sexo le sería imposible verificar si tal situación mejoraba entonces, ya que no tendría las motivaciones adecuadas.
    
    Me contó que le costaba un poco buscar una mujer que fuera trabajadora sexual porque tenía miedo de contagiarse alguna enfermedad y luego trasmitírsela a su esposa, por lo que prefería seguir sufriendo con su problema hasta que pudiera comprobar si estaba o no con problemas, con alguna otra mujer, que no fuera su esposa, y con la cual tuviera ...
    ... confianza de que no iba a tener complicaciones futuras.
    
    Fue así que se me ocurrió una idea que me venía rondando la cabeza desde hacía bastante tiempo.
    
    Siempre tuve la fantasía de que mi mujer tuviera sexo con otro hombre y si fuera posible en mi presencia, pero ella sistemáticamente se oponía a ello cada vez que se lo insinuaba y hasta me contestaba de mal modo.
    
    Pensé, si lo convencía de ello, que Héctor podría ser el amante que había soñado en mis fantasías y empecé a elucubrar el plan para ello.
    
    Hablando de bueyes perdidos con mi amigo le sugerí que debía tener sexo con alguna mujer conocida, que, si fuera del grupo de amigos mejor, pero él, con buen criterio preguntó cómo haría para encarar a alguna de sus amigas ya que todas estaban bien casadas y cuando les insinuara algo lo mandarían a pasear, como se dice vulgarmente.
    
    Fue así, que medio en broma para que no sospechara, le dije que de darse la oportunidad de tener sexo con alguna de ellas cuál o cuáles eran las que lo atraían más.
    
    A la primera que nombró, y pidiéndome disculpas por ello, fue a mi mujer y ahí me empezó a facilitar las cosas.
    
    De hacerse realidad cumpliría mi fantasía y podría solucionar también el problema que aquejaba a mi amigo.
    
    En otra charla que tuvimos le conté que no lo divulgara, pero que no daba abasto con mi esposa en la cama. Que como ya no era tan joven me costaba recuperarme más que antes y que ella, que era toda una máquina sexual, pedía más y más y hasta que tenía miedo ...
«1234...»