Complejo de edipo
Fecha: 02/03/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... la televisión, nosotros quedábamos prácticamente a su espalda.
Cuando nos ponemos a ver la televisión, después de cenar, lo hacemos normalmente todos con nuestra ropa de dormir.
Yo para dormir (recuerdo que estábamos en primavera), uso una calzona amplia muy corta y una camiseta de tirantes, naturalmente con braga, pero sin sujetador y además, casi siempre, me tapo las piernas con una pequeña mantita, para no quedarme fría, ya que por las noches refresca bastante en el lugar en que vivimos (Un chalet en un barrio residencial de alto nivel en las afueras de Madrid).
Digo todo esto, porque en este escenario es en el que mi hijo dio un nuevo paso, que disipó las pocas dudas que me quedaban sobre sus intenciones.
Siempre se había acomodado a mi lado y muchas veces metía también sus piernas debajo de mi mantita, así es que todo era normal, hasta que un día, con el salón totalmente a oscuras, con la única luz que emitía el televisor, metió una de sus manos por debajo de la manta y la posó sobre una de mis rodillas.
Yo ni me inmuté, seguí como si nada pasará, aunque sabía que algo iba a pasar…. Todos mirábamos hacia la televisión, el comenzó a mover su mano hacia arriba, lentamente, hasta que llegó al borde de mis calzonas, que al estar sentada se me habían subido totalmente, con lo que tenia su mano en la parte superior de mi muslo.
Yo empecé a ponerme nerviosa y miraba de reojo a mi marido, que se había quedado dormido en su sillón y hasta roncaba levemente. ...
... Esto me tranquilizó un poco, me relaje y seguí mirando al televisor, aunque mas pendiente de lo que pasaba entre mis piernas que de otra cosa.
Mi hijo, al llegar con su mano al límite posible, comenzó a meterla hacia la parte interna del muslo, sin ninguna dificultad, puesto que mis piernas estaban entreabiertas y no tenía ningún impedimento.
Situó su mano en mi ingle, justamente a la altura de mi sexo, con la única barrera de mis bragas, ya que las calzonas de patera corta y ancha, no suponían ningún obstáculo….
Comenzó a acariciarme en todos los sentidos, tanto el muslo, como la parte que tapaban las bragas, ambos seguíamos mirando hacia la televisión, aunque yo no la prestaba la menor atención, dada la situación.
Ya no había ninguna duda, todo era explicito, mi hijo simplemente me estaba metiendo mano, como si esto fuera lo mas normal del mundo…..
No podría definir lo que sentí, en aquel momento se mezclaban en mi mente el estupor por la situación y el cariño que sentía por mi hijo y aunque ya había pensado en mas de una ocasión que antes o después algo de esto podía suceder, en esos momentos no sabia como reaccionar, así es que opté por quedarme quieta y callada y dejarle hacer lo que quisiera, como era mi costumbre, puesto que nunca le negaba nada a mi hijo.
Mientras tanto mi hijo seguía a lo suyo, con su dedo meñique había comenzado a perfilar mis bragas y a tocar los bellos que sobresalían de ella, supuse que esto lo debía estar excitando y casi de forma ...