1. Complejo de edipo


    Fecha: 02/03/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tuve otro orgasmo al sentir latir el pene de mi marido y su semen en mi interior.
    
    Mi marido se quedó inmediatamente dormido y yo no me lo podía creer, había tenido dos orgasmos, cosa que no sucedía desde hacia muchos años, al principio de mis relaciones sexuales con mi marido.
    
    Después de asearme en el baño, me acosté, mi marido se había dormido de nuevo, pero yo no era capaz de conciliar el sueño, todo daba vueltas en mi cabeza, mi hijo, mi marido, lo que habíamos disfrutado los tres….
    
    Las caricias de mi hijo habían despertado en mi un erotismo que tenia casi olvidado y con ello había proporcionado a mi marido un placer inesperado…
    
    No hacia mas que darle vueltas a todo, pensando como debería abordar la nueva situación que se había creado en nuestro hogar y sobre todo mi relación con mi hijo….
    
    Finalmente, con la relajación, la cordura se impuso y decidí que tendría que habar con mi hijo, para marcar unos límites y unas reglas de juego en nuestras relaciones….
    
    Mi hijo me había utilizado como objeto sexual de forma explicita y no solo no le había echo ningún reproche, sino que había participado activamente en su beso, hasta hacer que se corriera por primera vez con su madre, aunque supongo que mas de una vez se debía de haber masturbado a mi costa.
    
    No podía seguir actuando como si no hubiera pasado nada. Si que había pasado algo y no lo podía ignorar, mi hijo iba a querer seguir avanzando, hasta donde yo le permitiera, así es que en algún momento tendría ...
    ... que decidir hasta donde estaba dispuesta a dejarle llegar, y también tenia que decidir sobre mi actitud.
    
    Yo hasta ese momento no me había planteado mi papel en el juego que estábamos jugando mi hijo y yo, es decir hasta ese momento lo había vivido de forma pasiva, era mi hijo el que jugaba y yo simplemente de dejaba jugar, el estaba disfrutando con el juego, y yo, de forma indirecta también, como había podido comprobar esa misma noche, lo que tenia que decidir era si yo también quería participar en el juego de forma activa….
    
    Estaba claro que nuestra relación madre-hijo había adquirido una nueva dimensión y los dos deberíamos adaptarnos a la nueva situación, así es que decidí hablar con el…
    
    Finalmente me quedé dormida con mis elucubraciones.
    
    A la mañana siguiente, aprovechando el momento en que su padre estaba en la ducha, comencé lo que pretendía fuera una conversación seria y formal madre-hijo.
    
    No pretendía bronquearle, porque nunca lo había hecho y además, aunque el era el que lo había iniciado todo, tampoco podía considerarle el único culpable, ya que al final yo también participe y disfrute con el juego…
    
    Le dije en tono de reproche, si le parecía bien lo que había sucedido la noche anterior.
    
    Me contestó que me quería mucho, que estaba locamente enamorado de mi y que estaba muy contento de lo que había sucedido, puesto que había podido comprobar que yo también estaba loca por el.
    
    Le respondí, que efectivamente, yo también le quería mucho, pero que el ...
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