1. Complejo de edipo


    Fecha: 02/03/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... encimera de la cocina y le dije a mi marido para tratar de quitarle importancia al tema, que teníamos el hijo mas cariñoso del mundo.
    
    El me respondió que le encantaba que nos quisiéramos tanto y que le daba envidia que el, por ser hombre, no pudiera manifestarle su cariño con la efusión que lo hacíamos nosotros.
    
    Además añadió, por si fuera poco, que el niño ya era todo un hombre y que era natural que le gustara abrazar y besar a una mujer tan maravillosa como yo, por lo que no debería extrañarme que cada vez lo hiciera con mas pasión, ya que era natural que así fuese y sobre todo en los hijos únicos, en los que el "complejo de Edipo" está mucho mas acentuado, al no tener competidores.
    
    Yo que ya había conseguido serenarme un poco, al oír estas palabras de mi marido, aproveche para decirle que si esto era así, cual debería ser mi postura ante la creciente fogosidad de nuestro hijo.
    
    El me respondió sin dudarlo un momento que de colaboración….., sin darle importancia, ya que de esta forma influiría muy positivamente en el desarrollo sexual de nuestro hijo, evitando desviaciones, que son muy frecuentes en hijos únicos, que no consiguen superar adecuadamente el ya mencionado "complejo de Edipo".
    
    Esta explicación froidiana, de mi marido, me dejó perpleja, pero ya que estábamos en ello, aproveche para decirle que me alegraba mucho que pensara así, porque a mi me daba un poco de corte, cuando nuestro hijo me abrazaba y besaba tan efusivamente estando el ...
    ... delante.
    
    El siguiendo con el razonamiento y la sinceridad con que estaba tratando el asunto, me dijo que por el no me preocupara, que la única repercusión que la fogosidad de nuestro hijo podía tener para el, era totalmente positiva, ya que, sin que yo me diera cuenta (Eso es lo que el pensaba), había conseguido despertar mi adormecida libido y esto estaba repercutiendo positivamente en nuestras relaciones sexuales.
    
    Yo le dije que me encantaba que pensara así, puesto que yo sentía verdadera pasión por nuestro hijo y que no me gustaría hacer nada que tuviera ninguna repersuasión negativa en el desarrollo de su personalidad. Añadí que si además los efectos eran los que el había descrito, que me alegraba porque así podíamos ser felices los tres.
    
    El para terminar tan interesante conversación, me abrazó y me dio un beso de amor y pasión, momento en el que apareció nuestro hijo que dijo socarronamente a su padre lo mismo que el le había dicho hacia unos minutos cuando nos encontró en la misma situación……, que tuviera cuidado que me iba a romper.
    
    Los tres reímos la ocurrencia y nos sentamos a comer.
    
    La conversación con mi marido me había despejado un montón de dudas y sobre todo habría un nuevo abanico de posibilidades y me daba mayor capacidad de maniobra con mi hijo, cosa que además el ignoraba, con lo que por primera vez podía jugar con alguna ventaja.
    
    Además, entre líneas había creído entender, que mi marido prácticamente me animaba no solo a participar en el juego, sino ...
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