1. ¿Cena de negocios?


    Fecha: 05/03/2018, Categorías: Gays Autor: Maria4manos, Fuente: CuentoRelatos

    ... nada me volvió a excitar. Para mí se me detuvo el tiempo, aunque ni llegó a segundos.
    
    Mi mirada se vio interrumpida por el ofrecimiento de bebidas del camarero. "Esta es tu negociación" sonriendo y dejándole a ella la elección.
    
    "Me apetece vino blanco. Tráiganos por favor una botella. El que usted nos recomiende pero que esté dulzón" directa, clara y sin pensarlo. Sin ella quererlo, su tono delato su lado de hierro, ese por el que es famosa y todos temen en las negociaciones. Ese que me atrae y provoca... ¿Será igual en la cama?
    
    Antes de que el camarero nos dejara, me adelanté a pedir el picoteo. Antes tenía que saber sus gustos y por donde iría la cena de hoy. Sin esperar le pregunte "¿Te gusta el jamón ibérico?". "A quién no" contestó. "Perdone, adelante por favor un plato de jamón ibérico al corte". El camarero afirmó con la cabeza y volví a dirigirme a ella.
    
    Tenía que lanzar una pequeña pulla y ver cómo reaccionaba "Seguro que no sabe tan bien como tu piel... pero puede ser un buen comienzo para la cena"
    
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    (Ella)
    
    Antes de comenzar siquiera con la cena, ya lo tenía revoloteando mentalmente entre mi escote y mi entrepierna. Quise dejar los términos claros para no dar lugar a situaciones incómodas: "mi piel tiene un precio, no creas que ya está vendida solo porque hayamos acabado la negociación oficial. Puedes pasar a ver la mansión, pedir presupuesto, sugerir cambios en la decoración, pero para alquilarla tienes que pagar la fianza: nada de ...
    ... groserías ni obscenidades. Ni en el amor ni en la guerra deberían de perderse las formas. Me aburren soberanamente los gañanes y los embaucadores. Aquí sobra la labia comercial, son más útiles las aptitudes de cazador profesional. No sé si me explico..."
    
    Se quedó estupefacto con el discurso de condiciones, pero estaba preparado para lo que fuese con tal de obtener sus resultados, como buen negociador. No dijo absolutamente nada, sino que sonrió complacido y se recostó en el respaldo. Ya tenía las cartas sobre la mesa, y gracias a ello podríamos disfrutar de una cena sin pretensiones amorosas. Pero una cosa es el amor y otra el erotismo...
    
    Ahora que él y sabía lo que no debía hacer, y yo ya sospechaba lo que él quería obtener, todo sería más divertido y excitante. Era la situación perfecta para mí. Y al igual que en el coche, aprovechándome de su incapacidad para actuar abiertamente por estar en público, me dediqué a ser traviesa. Ya sabía que estaba jugando con fuego, pero en el riesgo estaba la gracia.
    
    Contraviniendo la etiqueta de comportamiento en la mesa, enrolle una loncha de jamón entre dos dedos juguetones y la chupe un poco antes de meterme la entera en la boca, dejando que mis labios resbalasen por los dedos que salían, mientras observaba atentamente su rostro. Estoy segura de que no se dio cuenta de que se le había caído la mandíbula. Estaba en mi tela de araña, y yo estaba tejiendo a su alrededor cada vez más fino. Se removió algo inquieto, no sé si para colocarse ...
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