1. Del primer beso, a una inolvidable cogida


    Fecha: 10/03/2018, Categorías: Hetero Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... y después de 4 años, María del Carmen ha llegado a mi casa junto a mi madre, pues ha venido a un seminario de primeros auxilios y a la vez, intentar aprender inglés en un curso intensivo de 3 meses. Ella me ha visto y ha dejado a mi madre de un lado y me ha abrazado y quizás por el tiempo que ha pasado su beso el día de hoy fue en la mejía. Mi madre nunca supo nada de mi infantil relación con Carmen, y solamente nos limitamos en decir que nos conocíamos desde la escuela católica.
    
    Después de años Carmen se ha convertido en una agraciada mujer. Siempre baja de estatura, pues debía medir algún metro con cincuenta y cinco centímetros, pero tenía esas curvas sensuales de una joven mujer. Llenita, sin llegar a decir obesa, pero tenía unas piernas bien desarrolladas, con un trasero espectacular y unos pechos que deberían de llegar a una copa C. Ella estaba asombrada por mi estatura, pues siempre había sido más grande que el promedio de mis compañeros, pero ya media alrededor del metro setenta y cinco. Junto a Carmen, venia Lissette, una chica de la misma edad, no muy atractiva pero también muy amigable y ambas compartirían la misma habitación disponible en casa. Desde aquellos días entendí, por qué mi madre siempre me pidió que yo usara la habitación matrimonial, que era la más grande de todas y contaba con su propio baño, y ella siempre estuvo en una de las otras tres habitaciones que compartían el mismo baño, pero que era más grande y cómoda para el uso entre mujeres.
    
    Ya ...
    ... instalados y con un poco más de confianza, a pesar que eran los meses de invierno Californiano, siempre salía a la piscina a darme mi chapuzón. Lissette siempre usó sus pantalones cortos y una camisa regular, pero María del Carmen, se había comprado su traje de baño de dos piezas, y a pesar de venir del trópico, toleraba muy bien el frio, aunque realmente el frio en California no es de lo más severo. Me gustaba ver como se le erizaba la piel a María del Carmen, como sus pezones se ponían firmes y se le marcaban en su sostén de baño. Era más libre cuando mi madre no se encontraba en casa, que, dada las ocupaciones de mi madre, era la mayoría del tiempo.
    
    Una de las condiciones y advertencias que mi madre daba a todo huésped, era evitar el abuso del alcohol, aunque teníamos una pequeña cantina en la piscina que siempre estaba abastecida de vinos, whiskeys y de diferentes etílicos. Pero una tarde soleada antes de la navidad, estábamos en la alberca junto con las chicas, y me vieron tomar una botella de whiskey y servirme un trago:
    
    —¿No te lo tiene prohibido tu mamá?
    
    —¡No! Nunca… Quizá se moleste si me ve borracho, pero uno o dos, o inclusive tres tragos, se me bajan rápido nadando en agua fría. ¿Para qué creen que tiene una cantina en la piscina? ¿Quieren uno? -les pregunté.
    
    Las dos aceptaron un trago, y minutos después el otro, pero fue Lissette la que dijo que el alcohol le había provocado sueño y se fue para su habitación. Me he quedado solo con Maria del Carmen, pues ...
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