1. Sofía, una catrachita siempre mojadita, siempre calientita


    Fecha: 13/03/2018, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... costaría $200.00 por un video que podría ser filmado a través de sus cámaras, pero aquello me da desconfianza y le he dicho que paso en esa oferta. Ella sonriendo me dice que entiende y se ha acercado a mí y me ha puesto el condón.
    
    Comienza con un oral delicioso y profundo, pero la barrera del condón hace que aquella sensación no sea tan directa y puedo manejarlo a mi antojo. Pasan siete minutos y ella ha tomado el control, pues luego sin preguntar, se ha montado sobre mí con la idea de cabalgar mi verga. Sofía se sube, veo a tras de los cristales como su cabello lacio llega hasta ese hermoso culo que tiene, a través del espejo en el cielo, puedo observar esas hermosas curvas que se dibuja y que me excita profundamente. Comienza con un galope lento, pero su velocidad se incrementa cuando pasan los minutos. Veo su carita de niña de 21 años, con sus cejas depiladas, algo de maquillaje en sus mejías y parparos, una sonrisa perlada, tiene carita angelical, es una niña bonita, pero sigo en mi convicción que no me llevara a la gloria hasta que yo lo decida. Gime y no sé si gime con exageración, intentando envolverme en la magia falsa de su excitación y yo me encapricho y sigo pensando que a esta puta la voy hacer acabar antes que ella me lleve a mí a la gloria. Me mira y me dice: ¿Quieres otra posición? – y la llevo a la posición de perrito.
    
    Ella cree que voy a seguir taladrándola, pero he puesto una almohada en mis rodillas para estar a su nivel y amortiguar la fricción, y ...
    ... me he ido con mi lengua a masajear toda su concha, la cual ya estaba súper mojada. Después de insertar mi lengua todo lo que he podido en su conchita, me dirijo al perineum, esa zona entre la vulva y el ano. Me dedico a masajear con mi lengua por algunos minutos y eventualmente he llegado al ojete de su ano. Sofía solamente gime, y se sostiene firme en cuatro, mientras intento lo más que puedo penetrar su ano con mi lengua.
    
    Ahora sí sé que gime por placer, al punto que Sofía ella misma se masturba el clítoris y de vez en cuando veo a través de los espejos su rostro con los ojos cerrados y frunciendo los labios como si me fuese a arrojar un beso. Ella continúa con su masturbación y yo con mi lengua le restriego todo el ano, y pausadamente le pongo la punta donde siento que su esfínter poco a poco se dilata. Sofía ha incrementado los decibeles de sus gemidos, y se mueve con si desease que mi lengua le rompiera el culo y puedo sentir el primer espasmo de su primer orgasmo. Gime abiertamente y yo con mi lengua me he ido directamente a su clítoris a masajearlo de nuevo. Ella solamente dice con una voz de sorpresa: ¡Me hiciste acabar!
    
    Creo que todavía siento los síntomas de su orgasmo pues sus gemidos han aumentado en el momento que le he dejado ir toda mi verga hacia el fondo de su conchita. Sofía se vuelva más comunicativa y ahora ella me identifica su parte íntima con el nombre de “cuquita”: Dale verga a esa “cuquita”. -Gritaba. Creo que me hubiese venido minutos después, ...
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