1. Choque Térmico (Caliente).


    Fecha: 14/03/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sensualidad que estaba surtiendo efecto en mi abuelito postizo. En algún momento, un poco de crema cayó en mi escote y casi suelto la carcajada al notar que estaba embelesado viendo cómo la recuperaba con un dedo para luego llevarla a mi boca.
    
    —Aunque... —le dediqué la mirada más coqueta que era capaz de producir— Si esto es veneno puro para usted, tal vez pueda ayudarle a sentirse un poco más “venenosillo”, ¿no cree?
    
    Me puse de pie y me senté en su regazo, a él le brillaron los ojos ante mi acción. Tomé la cucharilla y le ofrecí un bocado que se apresuró a engullir. Luego otro y otro más.
    
    —¿Tú ya no vas a comer?
    
    —No, abuelito; yo ya me comí mi parte, disfrute usted de la suya.
    
    Le ofrecí otro bocado y a propósito hice como que había tenido mala puntería, embarrándolo un poco entre boca y nariz. De inmediato se llevó la mano al rostro con intención de limpiarse, pero se lo impedí.
    
    —No, abuelito; déjeme a mí...
    
    Lo sentí estremecerse al sentir el contacto de mi lengua en su cara para recoger la crema.
    
    —No olvides que ya me comí mi mitad, esto es tuyo...
    
    Le ofrecí los restos de crema contenidos en la punta de mi lengua y él la chupó ansioso mucho más tiempo del necesario para comerse lo que le ofrecía. Luego volví a llenar la cucharilla, pero en lugar de dársela a él la metí en mi boca. Cuando la entreabrí ofreciéndole su contenido se perdió en ella devorándome con pasión. El postre ya se había terminado, pero el Señor Pozos siguió devorándome con ...
    ... desesperación. Mientras lo hacía, me apretaba entre sus brazos, yo desde donde estaba sentada, podía sentir su erección en pleno. Como pude contuve el frenesí en que estaba sumergido y del cual yo no me encontraba demasiado ajena.
    
    —Espere un poco, Señor Pozos... Déjeme tirar esto a la basura, no vaya a ser que hagamos un batidero... —me refería al recipiente del postre el cual ya solamente contenía restos de crema.
    
    Ambos teníamos la respiración entrecortada y el pulso acelerado. Fui en busca de un cesto de basura donde depositar el recipiente. Instantes después ya estaba de regreso junto al Señor Pozos.
    
    —¿No ibas a deshacerte de eso? —Preguntó el Señor Pozos al verme de regreso con el recipiente todavía en mis manos.
    
    —Es que tuve una mejor idea...
    
    Me acerqué hasta él, abrió sus piernas y yo me detuve justo entre ellas. Estiró sus brazos como invitándome a que me sentara a horcajadas sobre él. Pero antes de hacerlo y ante su sorpresa, derramé los restos de crema sobre su pantalón, justo en su entrepierna.
    
    —¡¿Pero qué haces, muchacha?! Si este pantalón de por sí ya era un asco... ¿De qué te ríes?
    
    Como única respuesta, me puse de cuclillas entre sus piernas y comencé a acariciar su miembro por encima del pantalón embadurnado de crema.
    
    —No su preocupe, abuelito... Ya verá como su nieta favorita va a dejar completamente limpio ese bonito pantalón.
    
    El Señor Pozos relajó su cuerpo recargando su espalda completamente y elevando su mirada hacía las ramas de los ...
«12...8910...17»