Mi cuerpo por su experiencia
Fecha: 15/03/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... vuelta a la partida, la puse boca arriba y me lancé involuntariamente hacia su cuello, salivando como un perro rabioso. No perdí ni un minuto y cargué la embestida antes de que a ella le diese tiempo a abir su acostumbrada vagina y a levantar las piernas. Acerté a la primera vez, o tal vez a la segunda, no lo recuerdo. Pero en cuanto estuve dentro, se abrieron todos los portales de la tierra al espacio. Una explosión de colores y emociones. Ya con varias decenas de entradas y salidas, la cubrí con todo mi cuerpo y mis manos comenzaron a jugar con su cuerpo mientras mi lengua jugaba con la suya. Lo único que tenía en la cabeza era fundirme con ella y llenar cualquier espacio que hubiese entre nosotrosl. Aunque no era el único, ya que ella me comunicaba lo mismo con sus gemidos. Yo me sentía como una maquina recién puesta a punto para ganar cualquier desafío o carrera, estaba lleno de combustible. Mis manos habían ya recorrido su culo y sus tetas varias veces, ya quedaban pocos sitios a los que no habían llegado. Pero ella interrumpió la búsqueda y volvió a ponerse encima, con mi pene aún dentro. Se tiró a mis labios de nuevo y me agarró las nalgas con fuerza dominante, estaba casi igual de desbocada que yo. La diferencia del "descontrol", principalmente, lo marcaba la edad, pero si ella hubiese tenido mi tierna edad, estoy seguro de que me hubiese devorado entero. Era una mujer muy poderosa y enérgica. Llevaba bastante tiempo sin eyacular, tal como ella me dijo que hiciera, y ...
... cuando presintió que iba a correrme, se sacó mi polla con bastante ligereza y soltó el condón para metersela en su boca ahora. Yo sentí el calor de mil infiernos en mi glande e hize un esfuerzo por mantener todo el semen en mis pelotas por unos minutos más. De verdad que era difícil. Alargué el momento dos minutos, y dejé salir el orgasmo y con ello un trailer de leche directo a su boca. Fueron varios chorros bastante contundentes los que llenaron su boca. Supe por su expresión de felicidad cuanto hacía que no recbía semejante descarga, que en realidad, me cuesta imaginar que mi cuerpo sea capaz de fabricar tanto semén. De todas formas, esa mujer no parecía agotarse nunca, se levantó enseguida y me besó con mi semén en su boca aún. Quizás en una conversación entre amigos, hubiese dicho que semejantes prácticas son "raras" por decir algo suave. Pero en el momento, sentí que era puro placer, un instinto animal irracional. Correspondí como había prometido hacer, ya que mi cuerpo era suyo para aquella tarde. Seguimos besándonos durante un rato, apretándonos muy fuerte el uno al otro. Yo estaba seguro de que ella estaba esperando y buscando su orgasmo perfecto, imagino que ha tenido bastantes durante su vida, pero conmigo parecía estar ensayando para crear el climax perfecto. A mi me dio tiempo a recuperar otra erección y la cogí en brazos para continuar penetrándola. Esta vez, mi polla ya no amenazaba con descargar, se había recuperado en un tiempo asombroso y seguía dispuesta a ...