1. Viaje al pasado (Capitulo 7 - Final)


    Fecha: 24/03/2018, Categorías: Incesto Autor: andrewotero, Fuente: CuentoRelatos

    ... interior, primero una, luego la otra. Cada vez me acercaba a su entrepierna. Sofía se retorcía mucho más.
    
    Y llegué a la entrada prohibida, estaba con sus vellos vaginales completamente mojados, no muy argos, ni muy cortos, se los había arreglado. Se enredaban con mi áspera barba. Y yo empezaba a pasar mi quijada y mi nariz por ellos, apercibía su aroma embriagante de hembra en celo, eso me excitaba mucho más. Besaba por fuera sus labios vaginales.
    
    En un momento de esos pasé mi lengua por ellos, la sentí estremecerse, vi su rosada y brillante entrada abrirse sola, y empecé a lamer primero sus costados y luego hasta encontrar su clítoris. El sabor de esos jugos era salado, pero embriagante y delicioso. No lo niego al inicio sentí un poco de asco de hacer esto, pues era mi primera vez, pero luego me encantó y seguía haciéndolo cada vez metiendo más mi lengua y sentir sus paredes vaginales. Sus manos se pusieron sobre mi cabeza y jalaba mi cabello. No sabía si quería apartar mi cabeza de ahí, o impedirme que me quitara. Mis manos la agarraban de sus caderas y como si estuviera devorando una papaya jugosa, me daba un banquete con ella.
    
    La sentí correrse mientras se retorcía y gemía a todo pulmón. Se mordía los labios y blanqueaba sus ojos mientras la veía terminar su orgasmo. Me aparté de su vagina y empecé a subir mis manos por sus caderas y subir su tentación, hasta sacarla por encima de su cabeza.
    
    Ahora la tenía a mi disposición, toda ella desnuda ante mí, sus ...
    ... senos no tan grandes, pero del tamaño suficiente para llenar mis manos. Sus aureolas de un color café oscuro, grandes y muy duras, sus labios se tornaron de un color entre rojo y rosado natural muy brillante. Ahí estaba mi madre, quien hace mucho tiempo ya había dejado de serlo, y solo podía ver a esa mujer, esa deliciosa mujer que amaba tanto, yo quería hacerla tan feliz como ella me hacía feliz a mí.
    
    Besé sus senos, uno después del otro, los amasaba y juntaba uno contra otro para besarlos juntos y por separado.
    
    Me bajé de la cama y desde el filo de ella, la jalé de sus piernas y pegué sus caderas a mis piernas, mientras levantaba sus piernas y las abría en compás, dirigía mi miembro a la entrada de su vagina. Por lo mojada que estaba, no habría problema en ingresar en ella, pero lo haría lentamente, primero jugaba en su entrada, y luego intentaba entrar de a poco, primero el glande, lo saca, y luego intentaba ingresar un poco más que la vez anterior, vi como Sofía se excitaba cada vez más, ¡y un momento me gritó “! entra de una vez!!!”, pero yo no le haría caso, seguiría con mi juego hasta sentir que mis testículos topaban su entrepierna, mi miembro estaba completamente dentro.
    
    Empezaría una serie de bombeadas, suaves, y largas, como queriendo perforarla, al entrar me apegaba más a ella, la hacía mía una y otra vez. La tenía de sus muslos, mientras sus piernas caían a los costados dobladas por sus rodillas. Las sentía balancearse al ritmo de cada embestida, Sofía gemía ...
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