Mi amor... Juan me mira...
Fecha: 26/03/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Saull69, Fuente: SexoSinTabues
... pues le quedaba muy ceñido. Se volvió a mirar. Se vio preciosa. Le resaltaba las curvas, era como una segunda piel. Sus tetas quedaban apretadas y pugnaban por salirse por el escote. No se había puesto sujetador, ni bragas. Se sintió casi desnuda. -Uf, si Juanito me ve así, me come. Jajaja. -Buenos días, mamá. María dio un respingo y miró a la puerta de su alcoba. Su hijo estaba allí, mirándola. Parecía embobado. -Bu. buenos días, tesoro. -Voy a desayunar. -Vale. Ahora voy yo también. Cuando él la dejó, María sintió sus mejillas acaloradas. Él la había visto así. ¿Qué hacer? ¿Cambiarse de ropa? Quedaría raro. Y la forma en que su hijo la miró, recorriéndola con la mirada de arriba a abajo, le encantó. Así que decidió quedarse con ese traje. Pero se puso bragas. Sujetador no, pues hubiese tenido que bajarse el vestido. No se dio cuenta, pero los pezones se le marcaban como dos pitones cuando entró en la cocina. +++++ Al medio día, Mateo volvió de la oficina para comer. Entró en la casa y buscó a su mujer. La encontró en la cocina. En cuando la vio, se quedó maravillado. Estaba hermosa, como hacía tiempo que no la veía. -María, pero que guapa estás. Ella se dio la vuelta y le sonrió. Mateo, acercándose a ella, la miraba, embelesado. Se plantó delante de ella. Generalmente, cuando volvía a casa, le daba un besito, un piquito en los labios, y quizás, una palmadita en el culo. Esta vez, la abrazó y le dio un buen morreo, llevando sus manos al culo y sobándoselo bien sobado. Ella ...
... gimió entre sus brazos. -¿Te vio Juan así? -Sí. -¿Dónde está? -Ha salido a no sé qué con unos amigos. -Cuéntame, cuéntame. ¿Qué ha pasado? ¿Te miró? Dímelo todo. Mateo le besó en el cuello, mientras una mano sobaba las tetas sobre el vestido, notando enseguida los pezones, duros como piedras. -Aggg. mi amor. desde que entré en la cocina por la mañana no me quitó los ojos de encima. Me miraba las tetas, el culo, los muslos. -Joder, no me extraña. Si es que estás para comerte. María, con los ojos cerrados y sintiendo contra el pubis la dura polla de su marido, relataba lo sucedido. -Tenía sus manos debajo de la mesa. yo creo que. ummm -Que se sobaba la polla. -Aggggg, sí. sí. creo que se estaba tocando mirándome. Mateo le cogió una mano a su mujer y la llevó hacia su polla, que sin que ella se diera cuenta, se había sacado. En cuanto ella la notó, dura y caliente en tu mano, la agarró y empezó a manearla. -Guárdate eso - decía, sin dejar de acariciarla - que Juan podría llegar en cualquier momento. -¿Que más, qué más? - decía Mateo, cada vez más encendido. -A veces. nuestras miradas se cruzaban. El disimulaba, sonreía, pero sus ojos se desviaban a mis tetas. La mano que sobaba el culo de su mujer, se fue hacia adelante, hacia medio muslo, en donde terminaba el traje. Se metió por debajo y fue subiendo. Debido a lo ajustado de la tela, a medida que subía arrastraba la falda. Subió y subió por entre los muslos hasta llegar a las bragas. Se sorprendió de lo mojadas que estaban. Los ...