1. Mi amor... Juan me mira...


    Fecha: 26/03/2018, Categorías: Hetero Autor: Saull69, Fuente: SexoSinTabues

    ... haciéndole una mamada? -Desde luego que sí. Eso y mucho más. Mil ideas pasaron por la cabeza de María, que se volvió a correr, echando la cabeza hacia atrás y reprimiendo un enorme grito. Mateo también estaba a punto de correrse, pero tuvo una idea. Siempre quiso hacer algo con María, pero ella siempre le decía que no. Ahora la tenía cachonda perdida. Probó suerte. -Mami. ¿Me chupas la polla? Cuando María lo oyó llamarla mami casi se corre otra vez. Se quedó quieta. Las palabras resonaban en su cabeza. -Por favor, mamá. chúpame la polla. estoy muy caliente. Me has puesto muy caliente. ese culazo. tus tetas. Ella se incorporó, sacándose la polla del coño. Se dio la vuelta. El corazón le latía a mil por hora. -¿Así que mi niño quiere que mami le chupe la polla, eh? -Sí, sí. mira como la tengo La polla parecía a punto de reventar. Hacía mucho tiempo que no se levantaba tanto. María se arrodilló lentamente, puso las manos en los muslos y se la metió en la boca. Sabía a coño, a su coño. Cerró los ojos y empezó una soberbia mamada. -¿Te gusta como mami tu come la polla? -Agggg sí, sí. Mateo miraba la felación. No recordaba una tan sensual. Estaba tan cachondo que no podría aguantar mucho. Llevó sus manos al cabello de su mujer y siguió el movimiento de la cabeza. -Ummm mamá. que rico. ¿Me puedo correr en tu boca? -Claro mi vida. córrete en la boca de mami. ...
    ... Raramente ella lo dejaba correrse en su boca. Casi siempre se la sacaba en el último momento y lo hacía correrse en sus tetas o en su barriga. Mateo notó la llegada del orgasmo. Movió sus caderas ligeramente, follándose la caliente boca de su mujer. -Aggggg mamáaaa. me voy a correr. te. te ¿ tragarás toda mi leche? -Mami se beberá toda la leche que su niño le dé. Él no pudo más. Estalló con fuerza y su polla empezó a disparar fuertes trallazos de semen contra la lengua y el paladar de María. Y cuando la oyó tragar, cerró los ojos y siguió corriéndose, gozando hasta lo indecible. Jamás ella se había tragado su leche. Y ahora, pensando en que era a Juan el que se corría en su boca, tragaba y tragaba. Cuando la polla dejó de manar, siguió chupando, relamiendo, hasta dejarla bien limpia. Se la sacó de la boca y miró a su marido. -¿Le ha gustado a mi niño como mami le chupó la polla? -María, ha sido la mejor mamada de mi vida. La ayudó a levantar y la besó. Su boca sabía salada. En ese momento, oyeron la puerta. Juan había regresado. A toda prisa, se subió las bragas, se bajó la falda y Mateo se guardó la polla. Durante la comida, Mateo no dejó de mirar, de reojillo, a su hijo, el cual no dejó de mirar a su madre. Mateo también miraba a su mujer y le hacía señas, guiños. Y ella, encantada. A partir de ese día, vistió más provocativamente dentro de casa . . 
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