Encuentros con Sofía (Cap. 1)
Fecha: 27/03/2018,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: andrewotero, Fuente: CuentoRelatos
... vendría pronto, debido a los espasmos que estaba teniendo. Sentía sus piernas se volvían flácidas.
No demoró mucho, y la hice correr nuevamente, era la cuarta vez en la noche. Ella me veía con unos ojos extraviados e incrédulos. Y yo me sentía el mejor de los amantes.
Pero todavía faltaba el yacusi ....
La sentía desfallecer, pero con la mejor de las sonrisas, luego de haber sido satisfecha por cuatro ocasiones seguidas esa noche. Mi intención era lograrlo una vez más y vaciar por completo mi esperma en su interior.
Salimos de la ducha, los dos completamente desnudos, Sofía quería dirigirse a la cama para reponerse, pero yo la llevé al yacusi. Ingresamos y procedimos a recostarnos, mientras abría las llaves para que comenzara a llenarse y burbujear el agua, el agua era caliente, pero más calientes estaban nuestros cuerpos luego de tanta pasión.
Sofía se recostó y me dijo que era una sensación deliciosa la que sentía allí, yo me recosté al contrario de ella y la veía relajarse, en cuanto la sentí que estaba como adormitándose, me acerque a ella por sus piernas, me refundí en el agua y acerqué mi rostro a su vagina, no tenía mucho tiempo, pues bajo el agua no se puede respirar.
Sentí sus piernas abiertas y pasé mi lengua por su vagina, mientras Sofía se despertaba y me veía, con ojos incrédulos, y me decía:
—No puede ser, ¿quieres más todavía???
—Una última vez amor, le dije
—Yo no creo poder soportar tanta pasión, me dijo, ¿de donde sacas tanta ...
... fuerza?
—Es mi deseo por ti, le contesté, mientras la besaba, y me sentaba junto a ella, mientras mi mano buscaba su vagina y empezaba una nueva sesión de masturbación.
Y como no aguantar tanto, si era mi deseo acumulado de tantos años por ella, que ahora eran realidad, y ya no eran unas fantasías, que se convertían en verdad. Una serie de ideas, sueños eróticos, fantasías sexuales, morbo acumulado, y deseo reprimido por tenerla, por poseerla, siempre de la manera correcta, nada de masoquismo o sexo fuerte, siempre apasionado y amoroso, pues ella se lo merecía.
Pronto la sentía estremecerse nuevamente entre mis manos, mientras yo besaba su boca, su rostro, su cuello, y bajaba hasta sus pechos, que de tanto mamarlos, los sentía más flácidos y colorados.
Mi mano hacía de las suyas en su parte baja, entraba y salían dos dedos de ella, y jugaba con sus paredes y su clítoris, pues ahora ya la conocía a la perfección, sabía por dónde estar.
Ella gemía y se retorcía, ya no tenía fuerzas para resistirse, solo se entregaba a la pasión desbordada que nos unía. La sentía estremecerse, signo de que estaba por terminar por última vez esta noche de lujuria.
La hice arrodillarse boca abajo y apegarse al filo del yacusi, posando sus redondos pechos en el filo del yacusi, sus brazos cruzados soportaban su cabeza, mostrándome su redondo y perfecto trasero, le abría sus piernas y busqué con mi mano la entrada a su vagina.
Yo me arrodillé detrás de ella y coloqué mi miembro en su ...