1. De cómo los temblores de tierra me unieron a mi hermana


    Fecha: 30/03/2018, Categorías: Gays Autor: cifrada regalo, Fuente: CuentoRelatos

    ... en todo lo ocurrido ese día, vi la silueta de mi hermana en la entrada de la habitación. Le pregunté qué hacía ahí y me contestó que no podía dormir. Entonces le hice un lugar sobre el colchón y nos cobijamos con las mismas mantas. Conversamos más sobre todo lo ocurrido, y nos preguntamos dónde se encontrarían nuestros padres y si ya estarían enterados de todo, porque en el crucero que había tomado posiblemente no tendrían siquiera tiempo de acordarse de sus hijos. En todo caso le aclaré que las llamadas telefónicas eran difíciles de recibir, y quizá hasta el día siguiente sabríamos algo de ellos.
    
    Transcurrieron un par de horas hasta que permanecimos en silencio. Entonces me dio por comenzar a acariciar la cabellera de mi hermana mientras ella seguía acostada, con la cabeza sobre la almohada de mi cama. La abracé, la mimé con las yemas de mis dedos sobre sus mejillas, y ella no parecía tener intención de detenerme. Yo desanudaba los largos cabellos que colgaban sobre su espalda y accidentalmente le acaricié la espalda, con lo cual dio un salto llena de inquietud, incluso molestia. Tanto ella como yo éramos demasiado cosquilludos, entonces como respuesta a mi acercamiento ella picoteó mi abdomen, y comenzamos una lucha de toqueteos tras la cual sólo tuvimos a bien permanecer abrazados como cuando éramos niños, con su espalda delante de mí y yo rodeándola por el abdomen.
    
    Al día siguiente mi hermana se había levantado primero y ya tenía el televisor encendido. La ...
    ... electricidad había vuelto en algún momento, y ella se encontraba cocinando el desayuno. La saludé en la cocina y me pidió que esperara en la mesa. Hablábamos de lo que veíamos en el televisor, y repentinamente sonó el teléfono de mi hermana. Eran nuestros padres, que querían saber lo que había ocurrido. Ella le explicó que todo estaba bien y que yo me había quedado en su departamento para que ninguno estuviera solo ese día. Para entonces ellos se encontraban en Venecia, y en el hotel, viendo las noticias, supieron del terremoto del día anterior. Mi hermana me prestó su teléfono y hablé con mis padres. Les dije que estaba en el trabajo, mintiendo para que no me molestaran más, y haciendo un guiño a mi hermana. Una vez terminada la llamada, me dijo que no iría a trabajar el resto de la semana porque revisarían sus oficinas. Para mantenernos ocupados de un modo productivo, decidimos recolectar algunos víveres y donarlos a los centros de acopio.
    
    Por la noche yo me encontraba en mi habitación leyendo una novela. Sabía que tampoco podría buscar un empleo durante el resto de la semana mientras no se definiera la situación en la ciudad. Entonces me libré de preocupaciones y permanecí con la lámpara de noche encendida, esperando a que me invadiera el sueño. Como de la nada comenzó otra vez a moverse el piso, muy levemente, pero con la angustia de esos días revivimos mi hermana y yo nuestro nerviosismo. La encontré a la mitad del pasillo, con la mochila de emergencia puesta al hombro y las ...
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