1. Conociendo a mi amante


    Fecha: 31/03/2018, Categorías: Confesiones Autor: PaulinatvCDMX, Fuente: CuentoRelatos

    Hoy voy a contarles el día en que conocí por primera vez al Lic. Fernando (el en la actualidad es mi amante) cuando a la tierna edad de 19 añitos, entre a realizar mi servicio social a unas oficinas corporativas siendo el mi jefe y como me sedujo hasta llevarme a la cama.
    
    Mi nombre de chica es Paulina, actualmente tengo 29 años y pese a que en aquel tiempo no estaba bajo tratamiento hormonal ni nada, tenía ya rasgos muy delicados y femeninos. Esta historia que les cuento es una de mis experiencias reales y verdaderas (No le aumento ni le quito a lo que viví) y sucedió en la ciudad de México tratándose está de la tercer experiencia sexual de mi vida.
    
    Comienza así: corría el año del 2006 y yo acababa de terminar mi carrera con bachillerato en una institución educativa privada que se ubicaba por la Basílica de Guadalupe. Yo estudié administración de negocios y por recomendación de mi propio padre entre a hacer mi servicio social a una empresa de unos clientes de él. Acudí a una entrevista rápida con una Srta. del área de RH y ese mismo día conocí a quién sería mi jefe inmediato, el Lic. Fernando Z*******, cuando lo conocí se me hizo un hombre guapísimo, sin embargo tenía pinta de ser muy enojón por lo que de inicio mantuve mi distancia y trataba de aparentar ser más machito de lo que en verdad era, pues no quería un regaño en ese momento por mis joterias, ya que yo era un chavito muy afeminado, era muy delicado en mis movimientos, y ya para entonces me maquillaba ...
    ... discretamente con un poco de polvo de ángel (según yo para disminuir el brillo facial) y gloss en mis labios (según yo para cuidar la resequedad), en mi mochila del diario, que más que otra cosa era mi bolsa de dama, traía siempre cremas, brillos, esmalte de uñas y perfume tanto de niña como de niño, en fin, quien se asomara allí vería lo mismo que pueden ver en el bolso de cualquier otra chava de la empresa. Y debajo de mi ropa de niño siempre utilizaba lencería femenina, esto era ya costumbre mía.
    
    Recuerdo que el trato con el Lic. Fernando pasó de ser frío y distante a cálido y cercano al pasar a ser su mano derecha, lugar que puedo presumir me gane con trabajo y méritos.
    
    De esta manera termino mi periodo de trabajo social y el Lic. Fernando me ofreció trabajo de medio tiempo por las tardes después de la escuela. Y así, empecé a laborar formalmente con él.
    
    Mi trabajo era relativamente sencillo, y lo hacía con mucho gusto, básicamente tenía que asistir las necesidades del Licenciado. Como prestación especial tenía equipo de radio Nextel y laptop. En fin, me gustaba mi trabajo y me sentía a gusto con mi jefe.
    
    Recuerdo una ocasión en que me llamó para ayudarle a subir algunas cajas desde su auto en el sótano, hasta la oficina que estaba en un 5º piso de un edificio corporativo, cuando intentaba yo cargar la caja, se percata de que yo no tenía fuerzas y mis bracitos y manitas me temblaban, por lo que me dice:
    
    F- Déjala allí mejor, no te preocupes, ahorita bajo por yo por ...
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