1. Los casos de Berenice Vineyards (vol. 1)


    Fecha: 02/04/2018, Categorías: Incesto Autor: juliomarkov, Fuente: CuentoRelatos

    ... que sacar de sí fuerzas extra para contrarrestar la monstruosa potencia de aquel corpulento hombre.
    
    Hubo unos cuantos segundos de combate parejo. Ninguno parecía ceder. Ambos comenzaron a gemir producto de la enorme fuerza que estaban haciendo para ganar esa brutal pulseada, que resultaba de vida o muerte. Al final, contradiciendo lo que se podía calcular analizando el tamaño de ambos contendientes, la agente Vineyards fue la que se impuso: gastando todas las fuerzas que le quedaban, y dando un agudo grito de honda exhalación, impulsó las manos del asesino haciendo que éste se clavara el cuchillo en su propio abdomen.
    
    Una vez que acabó con el gigante, y mientras trataba de recuperar el aliento, vio como el tipo de la cadena intentaba incorporarse, entonces fue ella la que tomó la cadena y la enroscó en el cuello del indigno hombre, dispuesta a liquidarlo. Así lo hizo luego de unos cuantos segundos de fuerte presión.
    
    Después observó que el primer atacante, al que le había partido el rostro de un puñetazo, estaba volviendo en sí. Éste, con la dificultad que le imponía su notoria debilidad y confusión, se había hecho nuevamente del hacha, pero Vineyards se la arrebató fácilmente y –ya fuera de sí– no vaciló en ejercer sobre él el viejo oficio de leñador mientras lo insultaba con rabia.
    
    Valley regresó del mundo de los sueños para observar el paisaje de horror gore. Mientras juntaba sus dientes del suelo pudo ver la sangre derramada que bañaba la habitación y a su ...
    ... compañera que, casi desnuda, transpirada, sucia de sangre y exhausta tras la pelea, estaba aún más hermosa. Ella lo ayudó a incorporarse; él le pidió disculpas por haberse propasado.
    
    Los agentes encontraron más de veinte cintas snuff y hasta pudieron ver a la que los tenía como principales protagonistas. Afortunadamente, Margarita García fue encontrada sana y salva en la ciudad de Los Ángeles.
    
    Esta vez Berenice Vineyards no sólo retornaba a Columbia con un caso resuelto, sino también con una película snuff que la tenía como actriz principal, y cuya sinopsis podría ser la siguiente: una rubia en tanga castiga y destroza a unos miserables asesinos, y de yapa le vuela los dientes a quien se atreve a tocarle los cachetes sin permiso.
    
    Los arrimadores
    
    Parecía que no iba a ser el mejor día de Berenice. Como todas las mañanas, estaba pronta para partir hacia su trabajo, pero su coche no arrancó. Quiso llamar un taxi, pero nadie respondió en la central. Su esposo podría haberla llevado, pero éste ya había partido para dejar a la pequeña Emily en el colegio de camino a su trabajo. A la agente no le gustaba llegar tarde, y el auxilio se demoraba, así que optó por el Metro.
    
    La habitual comodidad de su automóvil le había hecho olvidar de las esperas, el aire viciado, el roce inmundo y demás inconvenientes del transporte público: universo vulgar que conformaba un ambiente pernicioso para el elegante trajecito con minifalda que llevaba puesto ese día.
    
    Justo cuando se estaba ...
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