Esther secuestrada de nuevo; a mi hermana le fascina el sexo anal - Relatos Eróticos

Esther secuestrada de nuevo; a mi hermana le fascina el sexo anal

... del patio escolar. Bueno, Esther, apúrate y nos vamos. Se decía. Esto está muy solo y ya oscurece. No sé dió cuenta de que era seguida y observada muy de cerca. Tres miradas habían seguido sus pasos desde que salió del salón, cuando empezó a tomar camino a la salida, cuando miro la hora en su teléfono, cuando se agachó para acomodarse una zapatilla, dejando ver unas nalgas blancas y desnudas y solo el pequeño piquito blanco de su panochita cubierta por la diminuta tanga y cuando se metió un par de dedos por atrás de su falda para sacarse un poco el calzoncito. Ella había hecho todo eso pues al creerse sola ahí, pues se sentía más en libertad de haber hecho esos movimientos. Pero quienes la observaron y siguieron hasta el baño se hicieron una buena paja cuando Esther les enseñó toda la carne que se escondía abajo de aquella minifalda azul con rayas y se animaron más con la cacería de esa pequeña zorrita descuidada. Apenas Esther entró al baño y a punto de bajarse los calzones, sintió un cuerpo grueso y pesado atrás de ella y un brazo fuerte que la rodeaba por la cintura sujetándole los brazos y una mano tosca y pesada que le tapaba la boca. Mmmppfff!!!!!! Fue lo único que pudo hacer. Sintió algo grueso y duro que se pegaba a sus nalgas y un estremecimiento la recorrió, pero no era un estremecimiento de susto sino por el contrario, esa sensación le provocó un extraño placer que la hizo arrimar el culo y untarlo en el trozo de aquel que casi la asfixiaba con la mano sobre su ...

... boca. Mmmppfff!!!! Mmmppfff!!!!! Siguió haciendo Esther. Entraron los otros dos sujetos, jóvenes, solo unos años mayores que ella, y que le parecieron extrañamente atractivos, pese a su aspecto desaliñado y sucio. Que pasó perrita!!!!!!! Buscas verga??? Jajajaja!!!!!! Decían mientras le manoseaban las piernas y los pechos, metiéndole sus toscas manos por abajo de la falda y la blusa respectivamente. Que ricas chichis tienes mamacita!!!!!!! Mmmppfff!!!!!! Si así está la carne de tus piernas ya imagino como estarás de la papaya mija!!!!!!! Mmmppfff!!!!!! Aquel manoseo y juego de apretones rudos sobre sus pechos y muslos lejos de asustarle a mi hermana le estaban provocando algo muy raro, una sensación que nunca había tenido (y eso que como dije al principio, Esther era muy putita y ya había tenido muchos novios, todos de su edad y del mismo colegio) pero en ese momento, sentirse presa indefensa de tres hombres rudos y de pocas maneras, y su forma de hablarle, le estaban haciendo sentir un estremecimiento y un ardor corporal muy extraño: lo estaba disfrutando, se estaba calentando mi pequeña hermana. Me están tratando como a una puta!!!!!! Pensó. Y lo peor es que me está gustando!!!!!! Le empezaron a meter los dedos por el culo y Esther empezó a temblar y a sudar de manera excesiva. El sudor conforme empezó a invadir su piel hizo que la raja entre sus nalgas se volviera más resbaladiza como si se hubiera lubricado y los dedos gruesos y toscos pudieron penetrar más fácil hasta su ...