Esther secuestrada de nuevo; a mi hermana le fascina el sexo anal - Relatos Eróticos

Esther secuestrada de nuevo; a mi hermana le fascina el sexo anal

... volteando nerviosamente en todas direcciones. No le destape los ojos, para aumentar su ansiedad. Hola muchachita. Susurré a su oído. Esther tembló y se quedó quieta. Estás bien??? Te hicieron daño??? Negó levemente con la cabeza. Te violaron??? Soy yo tu hermano. Empezó a moverse de manera más vivaz. Mmmppfff!!!!! Mmmfff!!!!! Creíste que iba a perderme la preciosa oportunidad de romperte el culo hermanita hermosa??? Quieres comer carne por atrás. Mmmppfff!!!!! Asintió con un leve y sensual gemido. La levanté y la incliné boca abajo sobre el lavabo del baño. Le abrí las piernas y le baje la tanga para verle su culo abierto. Curiosamente aunque había tenido metido el vibrador dentro muchas horas su ano seguía igual de pequeño y cerrado. Era evidente que Esther aún no había tenido suficientes experiencias en cuanto a sexo anal se refería. Lubrique su ano con mi lengua y enseguida metí mi pene de un empujón en su colita. Con mis empujones alternados de adentro hacia afuera y con sus movimientos de cadera y los constantes e involuntarios apretones que sus músculos anales daban a mi pene, empecé a sentir como este crecía y se engordaba rápidamente dentro de su cola. En uno de esos apretones fue que ambos coincidimos en un estallido de orgasmos simultáneos haciendo que prácticamente la cinta se le despegara de la boca para terminar en un bramido de placer erótico. Porque me ...

... castigaste de esa forma??? Preguntó, cuando todo hubo terminado. No te castigue Esther. Sólo quería jugar contigo un poco. No es cierto, tú sabes que me fascina el sexo anal y que soy muy caliente y esos tipos cuando me sometieron, me manosearon y todo me pusieron muy excitada, y todavía con los vibradores que me metiste en la vagina y por la cola, yo ya estaba que ardía. No comprendía porque si me habían secuestrado no iban a violarme!!!!!!! A una mujer secuestrada siempre se le viola, y ya se que soy tu hermana, pero tú puedes penetrarme por atrás cuando quieras. Mi colita es tuya y me gusta cuando me haces sentir mujer. Está bien Esther Roxanna además de que por el ano no te dejo embarazada. Reímos los dos. Entonces, nos vamos??? Dije mientras empezaba a desatarla. Espera. Dijo. Y si me dejas aqui??? La mire extrañado. Si, es que como dijiste hace rato, quiero que alguien me encuentre así, hecha una zorra, y vuelvan a cogerme por la cola. Sonrió. Hey, dijiste que tú culo era solo mío, para eso eres mi hermana!!!!!!! Anda si??? He sido niña buena, lo merezco. Quiero sentirme humillada y vejada por un extraño. Sonreí. Te amordazo??? Por favor. Si les ha gustado este relato y los otros anteriores "El secuestro de Esther" y "Secuestre a mi hermana para quitarle lo puta" pueden enviar un inbox al facebook roberto alvarez o enviar solicitud y agrego gracias. Acepto sugerencias e ideas.