1. Mas de 30 años pasaron


    Fecha: 02/04/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... preciosa-, la calmó Ramón. – Es casi lo mismo, pero tarda un poquitín más. Acuérdate que es grandota y requiere mucha sangre-, agregó él. Ana se arrodilló entre los muslos de Ramón y empezó a besar y lamer su verga y empezó a ganar tamaño conforme ella se deleitaba. En menos de un minuto, Ana pudo devorarla desde el glande hacia abajo, como solía hacerlo, pero para su sorpresa, la verga de Ramón no alcanzó su legendaria longitud, pero si su grosor. Las venas que le corrían por el lado y que a ella le fascinaba lamer ya no eran tan pronunciadas…pero aún las tenía marcadas. Extrañó mucho aquella viril dureza, aún así, como siempre lo fue, era muchísimo mejor que las 4 o 5 pulgadas que le quedaban a Eduardo. Ana interrumpió su mamada, miró a Ramón a los ojos, y le confesó: - ¿Sabes que Eduardo ya no me puede culear? Tengo como dos años que no me la mete por detrás, no puede, y eso que siempre me dijo que mi culo no era apretado. Por enfrente, apenas la siento-, agregó ella, frustrada. - ¡Pobre de ti!, exclamó Ramón. –Siendo tan caliente. ¿Cómo le hacen pues? - - ¿Cómo le hacemos?, preguntó de nuevo ella, -pues…-, tímidamente respondió. - Hace como un año compramos en Los Angeles un dildo, tu sabes, un pene, un consolador artificial y me coge con ella-, confesó. Se rieron al recordar la propuesta de Ramón en el jardín del hotel, dos días antes. -Es muy real, negra, -se rió ella-, al rato te la enseño. Me trae recuerdos de tu vergota. Es algo parecida, pero haz de cuenta la de un ...
    ... negro. Se la pone con un cinturón. Tiene en los huevos un depósito para llenarla de algo que parezca semen, como un shampoo o cualquier cosa parecida y la puedes hacer “eyacular” con una bombita, como los aparatos con que te toman la presión. Le puedes quitar el cinturón y jugar con ella…costó un dineral, pero eso ha salvado mi matrimonio-, concluyó. - ¿Pero cómo está el asunto? -preguntó Ramón-. La verga de Ramón empezó a perder su erección mientras Ana le contaba sus desventuras. Ella vio entonces con tristeza que era cosa normal en los hombres que su pene empezara a servirles para orinar únicamente a medida se acercan a los 60, salvo que tomaran una pastillita mágica…era un castigo para las mujeres de su edad sentir el fuego por dentro y que sus esposos o amantes maduros no pudieran satisfacerlas. Se sintió impotente y se sentó a su lado. La enorme verga cayó derrotada, impresionante, pero sin rigidez a pesar de que la había mamado. Ana le sonrió y lo acarició, -tienes dos opciones-, le dijo a Ramón: -o le llamas al “Choro”, o vamos a comprar la pastilla mágica-. Ambos se carcajearon. - Vamos, te enseñare a tu rival-, dijo ella, sin darle mucha importancia a su frustración. Subieron a la recámara principal, Ramón se quedó fascinado con la decoración, ella entró a su vestidor, y regresó con una caja rectangular de madera. –Mira, mi regalo de cumpleaños del año pasado-, le dijo ella, y abrió la caja, poniéndola sobre la cama. Ramón la tomó en sus manos. Eran un enorme pene ...
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