1. Marta la mujer de Raúl


    Fecha: 14/07/2017, Categorías: Infidelidad Autor: murgis, Fuente: CuentoRelatos

    ... un poco las sábanas con sus flujos. Marta empezaba a moverse hacia mí para meterse más mi polla. Noté como me sujetaba por la espalda y me apretaba contra ella.
    
    -Así cabrón, métemela entera, lléname con tu polla cabrón…
    
    Yo estaba tan excitado que enseguida noté como me venía el orgasmo y paré en seco, intentando no moverme dentro de su coñito, intentando que se me pasasen las ganas de correrme. Pero Marta empezó a moverse debajo de mí, pidiendo polla y más polla. Noté como su coño me apretaba la polla y no pude aguantar.
    
    -Para cariño, para que me voy a correr… Para para, para Marta!!!
    
    Pero la muy puta no paró. En dos segundos empecé a llenar su coñito con mi leche. Casi grité de gusto mientras que apretaba sus nalgas para clavar más mi polla. Me quedé muy quito encima de ella, pero Marta me separó con la mano y se giró para que saliese de ella.
    
    Nos quedamos tumbados uno al lado del otro, sobre la cama revuelta. Yo tomaba aire como podía y vi que Marta se levantaba, abría el armario y revolvía la ropa de un cajón. Sacó una caja y vino de nuevo a la cama.
    
    Me incorporé y vi que sacaba de la caja un vibrador de unos veinte centímetros y con un grosor más que considerable. Era de color negro, flexible pero duro, con un capullo bastante acentuado y redondo. Tenía incluso las venas a los largo del tronco. En la parte de abajo había un botón que giratorio para la intensidad de la vibración.
    
    Yo no daba crédito a aquello, pues jamás me contó que tenía semejante ...
    ... artilugio escondido en un cajón del armario. Marta sacó un tubo de vaselina y untó la polla de goma de arriba abajo hasta que quedó muy brillante. La muy puta estaba desatada, ya no le importaba lo que yo pensase de ella.
    
    Se puso a cuatro patas encima de la cama, con el culito en pompa y el vestido negro recogido a la altura de la cintura. Tenía los pechos fuera del vestido y le colgaban con los pezones de punta mirando hacia la cama. Me miró y me ofreció el vibrador. Lo cogí esperando instrucciones.
    
    -Ya que no tienes polla para follarme utiliza ésta mi queridito cornudo. Dale gusto de una puta vez a tu mujer, aunque sea con polla ajena.
    
    Introduje lentamente el capullo de aquel pollón de plástico negro. Entraba muy bien. Noté que mi semen hacía también de lubricante. Marta soltó un pequeño gemido, mitad gusto mitad molestia, debido al grosor supuse, pero no paré de ejercer fuerza hacia su coño. Cuando me quise dar cuenta estaba más de la mitad dentro de su coño. Marta permanecía callada, respirando rápido, con la cabeza baja y los ojos cerrados. Empecé el movimiento del mete saca y Marta empezó a gemir con más continuidad. Gemía a cada metida de aquel pollón negro. Estaba claro que estaba acostumbrada a jugar con él, su coño se adaptó rápidamente a su grosor. La muy puta lo disfrutaba bien disfrutado.
    
    -Así cornudito, sigue así… Qué pollón tiene tu amigo… Seguro que es así de gordo! Ahhh… Dale un poquito a la vibración…
    
    Giré un poquito el botón y la polla de ...
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