1. El curriculum de Laura


    Fecha: 09/04/2018, Categorías: Incesto Autor: Sentila, Fuente: CuentoRelatos

    ... relaciones, incluyendo al actual. ¿Qué me pasó?, pensaba una y otra vez. No se justificó por el lado de las copas de vino. Creyó intuir que sus deseos habían nacido de lo más profundo. Estaba contrariada y excitada. El viento fresco ayudó a bajar la temperatura interior.
    
    En su casa, Laura se duchó y se quedó bajo el agua durante extensos minutos. Después, se tiró en su cama de una plaza y media, para tratar de dormir. No podía disimular el ardor que le había despertado Claudio. Pensó en masturbarse y aliviar su tensión. Qué necesidad de coger que tengo, reflexionó, sin poder encontrar paz interior.
    
    Laura pasó la tarde con el pensamiento puesto en ese encuentro laboral. No sentía culpa. Llamó a su novio y respondió el contestador. Ocupó algunas horas repasando los detalles de su boda sin salir del departamento. Semi desnuda caminó con libertad por los ambientes. Cerca de las 20 se recostó en la cama solo con una tanguita que cubría su sexo depilado. Encendió el televisor para tratar de distraerse. Minutos después sonó el celular y ella lo atendió de manera automática. Estaba segura que era su pareja.
    
    Del otro lado sonó la voz de Claudio. Ella quiso interrumpirlo, pero él no la dejó. —Encontré tú número en la carpeta laboral y no dudé en llamarte, creo que debemos hablar —dijo
    
    Laura se mantuvo en silencio por algunos segundos. Después reaccionó.
    
    — Por favor corta y no vuelvas a llamar. Olvida de todo lo que pasó hoy. Borra para siempre esos momentos —respondió ...
    ... ella.
    
    — Es imposible eso. Desde el instante en que te fuiste llevó tu sabor de piel. Aún mantengo la excitación que me provocaste y cómo hiciste bullir mi sangre— dijo Claudio, mientras se acomodaba en un amplio sillón. Recién salía de la ducha del Apart Hotel y no podía disimular su pene semi erecto contenido por la tela de su bóxer.
    
    Laura descubrió como sus pezones se endurecían de sólo escuchar esa voz. Su cuerpo estaba inquieto en la cama. Y por su interior el hervor la quemaba. —Deseo tocar de nuevo tu piel, recorrer todo el cuerpo con mis manos y con mi boca, para que mi lengua baje y suba por vos— dijo Claudio.
    
    Laura, al escuchar esas palabras, movió instintivamente su mano a las tetas firmes. Comenzó a masajearlas con suavidad y a tocarse la punta de los pezones. Esas frases la encendieron.
    
    —Por favor dejame, me estás trastocando toda la vida—respondió ella con debilidad, pero no dejaba de tocarse sus senos, esos montes tan sensibles. Una de las cosas que más adoraba era que le chupen bien las tetas.
    
    —¿Dónde estás? — preguntó él.
    
    —Tirada en mi cama, como entregada —respondió.
    
    —Me gustaría estar allí y descubrirte entera, lamer la piel de tus pechos, morder tus pezones, que mi lengua moje la aureolas, que mi boca atrape con fuerza tus tetas— dijo.
    
    —Mis tetas son muy sensibles— dijo Laura, lanzada por su bullir y dejando de lado las simulaciones.
    
    —Quisiera comerme tus tetas, chuparlas con fuerzas, sentir tus pezones bien adentro de mi boca— dijo ...