La escritora.
Fecha: 09/04/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: pocolillo, Fuente: RelatosEróticos
... incluso bailase para ver como se movía, ella lo hizo sin problemas, incluso le divertía la idea de verse observada y dibujada a través de las letras de un desconocido conocido que en cierto modo le atraía por su forma de ser. Más difícil fue cuando yo tuve que levantarme y pasearme, pero ya que estábamos hasta casi me desabroché la camisa para darle una mejor idea de lo que ante ella tenía.
Habíamos definido el hilo conductor de la historia, los personajes y faltaba ver quién empezaba con la seducción, cada uno iba escribiendo su parte de la historia, pero decidimos cambiar, ella decidió cambiar, lo fácil hubiese sido que cada uno escribiese desde su punto de vista pero no, esa parte la íbamos a escribir juntos, vista desde fuera, así es que cogió su portátil, la silla de mi abuela, o de la suya, y se sentó junto a mí, -bueno, como empezamos, ¿es la tía la que se lanza o el tío?-, me dijo mientras le daba otro sorbo a la tercera copa que nos habíamos servido, -empieza el tío-, le dije, -y te recuerdo que ese eres tú-, mientras la miraba fijamente a esos ojos negros que tenía, -vale-, dijo ella, -yo empiezo, pero quiero verte la polla, tengo que saber lo que tengo entre las piernas para ver lo que te hago-, medio riéndose y con una cara de pícara que hizo que eso que yo tenía entre las piernas empezase a despertar, -si lo quieres ver, lo vas a tener que hacer tu, yo paso de quitarme nada-, le dije, si quería guerrilla la iba a tener. – ¿Con que esas tenemos?, eh, gírate, ...
... que este relato lo tenemos que terminar si o si-, y yo me giré, y ella casi sin pensarlo se puso de rodillas mío y empezó a desabrocharme las bermudas, -pero no te emociones mucho, que te estoy viendo la cara y va a ser que no-, me decía mientras ya me había quitado las bermudas y estaba a punto de hacer lo propio con el bóxer que cubría mi miembro que ya estaba bastante animado, y me lo quitó, y allí se le apareció mi polla que estaba bastante dura por todo aquello, ella se quedó mirando, -que rápido te has animado, no está mal, nada mal, además depilado, y descapullada-, no paraba de mirarla, -cógela, no te va a morder-, le dije, -¿tendrás que saber como está y como se siente, no?, ella me miró, su sonrisa había desaparecido de la cara, la notaba nerviosa, su respiración se había acelerado, volvió a dirigir su mirada hacia mi erecto miembro, y la agarro, primero con fuerza para sentir toda su dureza y luego aflojo la mano y la deslizó por todo el tallo, -me estoy poniendo cachonda, ¿lo sabes?-, me dijo, -me estoy poniendo y mucho-, volvió a agarrar mi polla y empezó a subir y bajar su delicada mano sobre ella, observando como la piel que lo cubría se movía, como mi glande se hinchaba más y como mi cuerpo se ponía tenso ante todo aquello.
No hizo falta que fuésemos hablando más, no había más de que hablar, se notaba que no tenía mucha experiencia en aquello porque se la metió en la boca al momento, casi sin esperar, no paso su lengua por ella para saborearla, la engulló ...