1. Una partida de cartas


    Fecha: 10/04/2018, Categorías: Incesto Autor: Ba-bosa, Fuente: CuentoRelatos

    ... pegadas por el sudor, por lo que parecía no llevar nada.
    
    —Joder... ¡qué morbo das!, no pareces puta... y estás muy buena.
    
    Cada vez que me decía puta sentía algo que me parecía dar placer, algo que nunca había sentido.
    
    —Espero ganar yo, a ver si el cabrón de Carlos tiene un mal día mañana.
    
    Al decir Carlos supe que se refería a mi marido y volví a sentir mucha rabia. En ese momento, Luis se me acercó por detrás y me puso una mano en el pecho izquierdo y la otra la metió entre mis bragas, introduciendo un dedo en mi coño y diciéndome al oído:
    
    —¿Cuánto por uno rápido?
    
    —¡No! —le contesté.
    
    —Prefiero hablar de qué pasará mañana.
    
    —Lo siento, estoy muy excitado y si no me desahogas lo haré yo solo.
    
    En ese momento se sentó en el sofá y empezó a masturbarse. Yo me quedé perpleja, cómo había llegado a esa situación, un hombre que podía ser mi padre se estaba masturbando delante de mí. La verdad que él estaba muy bien para su edad y tenía una polla enorme muy venosa. Empecé a sentir el coño muy mojado y sin darme apenas cuenta, me puse de rodillas delante de él y empecé a chupársela y a sentir un placer enorme casi igual que cuando follaba con Carlos. De pronto sentí mi boca muy húmeda y Luis gritaba como loco, se había corrido, y yo casi me lo tragué todo, si no se llega a correr tan pronto no sé lo que hubiese ocurrido.
    
    —Ahora sí que pareces puta, nadie me la había chupado tan bien.
    
    Saqué un pañuelo del bolso y me limpié la boca, estaba perdida, no ...
    ... sabía lo que estaba haciendo.
    
    —Bueno, ya es hora de saber lo de mañana.
    
    Quería darme prisa, porque si llegaba la puta verdadera, no sabría salir de esa situación.
    
    —Pues verás, mañana nos reuniremos cuatro o cinco amigos, sobre las ocho, jugaremos a las cartas y el que consiga ganar follará contigo. Pagamos entre todos. Los demás nos pajearemos viendo como folláis porque nos dejarás mirar, ¿verdad? Todas lo hacen.
    
    —Sí, por supuesto.
    
    Me daba igual, él creía que iría, pero no me volvería a ver el pelo.
    
    —Espero ganar, casi siempre gana Carlos, ¡qué suerte tiene!, y eso que me han dicho que tiene una mujer que está buenísima... No sé porque viene, si yo estuviese casado no lo haría, además el muy cabrón encima se ríe de ella, siempre que termina dice: "Ahora me voy a que mi mujer me la limpie con la boca".
    
    Me sentí totalmente humillada, nunca pensé que Carlos hablase de mí de esa manera. En cuanto llegase a casa, se iba a enterar. Luis siguió hablando.
    
    —Bueno, serán 120 Euros como siempre, y 90 si alguien quiere por su cuenta follarte, aunque solo lo ha hecho alguna vez el tal Carlos, o sea cuando no gana.
    
    Eso fue la gota que colmó el vaso.
    
    —De acuerdo, ¿mañana a qué hora vengo?
    
    —Sobre las ocho menos cuarto, para que ya estés cuando vengan.
    
    —Son 20 euros por la mamada.
    
    —Pensé que era un regalo de la casa, pero ha estado bien, toma, tal vez mañana si no gano me des otro mamazo.
    
    Me fui y pensé, mañana voy a venir y en cuanto me vea le mandaré a ...
«1234...»