1. Negación - Capítulo 3


    Fecha: 23/04/2018, Categorías: Incesto Autor: Gonza-Neg, Fuente: CuentoRelatos

    ... al paradero. Me senté y esperé. Miré a los aislados transeúntes que pasaban a esta hora de la noche. Supongo que sus caras de curiosidad eran un reflejo de la mía al verlos, algunos me observaban como si yo fuera un lunático o un extraterrestre, que decidió pasar la noche sentado en un paradero.
    
    Minutos más tarde, vi su auto llegar y sentí un nudo en el estómago, todo mi control se esfumó. Le vi estacionar en un parquímetro, unos metros más allá. Apagó el motor, y las luces se fueron. Me saqué los audífonos, la música había dejado de hacer su efecto ansiolítico. Esperé.
    
    Cruzó la calle con ese caminar tan suyo, como si fuera superior a todo el resto de las especies que habitábamos este mundo. Era alto, cerca del metro noventa. Vestía unos zapatos negros, con unos vaqueros que se ajustaban perfectamente a su cuerpo, revelando unos muslos gruesos, y unas piernas arqueadas. Subí la vista, temeroso de hacía dónde podían llevarme los pensamientos de seguir mirando. Me fije en su cuello y la forma en la que se marcaban los músculos ahí. Era ancho de espaldas, pero tenía una cintura estrecha, lo que le daba cierta elegancia a su cuerpo perfecto. Me atreví a mirar su cara. Era… maldita sea, era guapo.
    
    Cada vez que lo miraba era una nueva revelación, la masculinidad de su cara cuadrada, la forma en que el arco de su mandíbula se marcaba, sus labios generosos, la nariz perfecta, los ojos… esos ojos que te atrapaban y no dejaban entrever nada al azar. El dominaba todo. Se ...
    ... acercó más y decidí escapar de su mirada, de pronto mis manos tenían toda mi atención.
    
    Sentí su aroma, y decidí que era momento de cerrar mi mente. Empujar la puerta y ponerle seguro, antes de que hiciera algo que me costara un ojo morado. Se sentó a mi lado. Y respiré por primera vez desde que había visto llegar su coche. Nos quedamos sentados, en silencio por unos minutos.
    
    - Se acabó – su voz era grave, hablaba en forma pausada, pero había un frio calculador detrás de todas las cosas que decía. Esta vez no fue la excepción.
    
    - ¿Se acabó? – No entendía lo que oía, no tenía sentido.
    
    - Eres sordo, además de Puto – Y hasta ahí llego la tregua. Y sus palabras comenzaron a tomar forma en mi mente… No había más trato, seguía mirándome las manos, sin dar crédito a lo que escuchaba. Sin saber por qué, ni de dónde vino el sentimiento, me sentí aliviado, ligero.
    
    - Perfecto – la palabra salió de mi boca antes de que la filtrara, y cuando lo dije sonó extraño, dejándome un sabor a barro en la boca. Lo miré, para ver la reacción ante esa simple palabra, que daba por finalizado el contrato. Arqueo las cejas, sorprendido ante mí declaración – ¿Qué esperaba, llanto? – pensé.
    
    - Pero no tan rápido… - aclaró rápidamente, ahora era oficial, no entendía nada. Lo vio en mi cara - … vamos a tener una despedida como corresponde… te voy a culear hasta que no puedas usar el ano ni para cagar.
    
    Tragué saliva. Lo dijo como si estuviera comentándome el clima, como si fuera la actividad más ...