1. Negación - Capítulo 3


    Fecha: 23/04/2018, Categorías: Incesto Autor: Gonza-Neg, Fuente: CuentoRelatos

    ... cotidiana de la vida. Y yo no podía entender nada. Me reí por lo bajo y volví a poner atención a mis manos. Mientras negaba con la cabeza.
    
    - Te gustó la idea, ¿A qué no, Puta? – Su última palabra era un insulto.
    
    - No hay trato – le dije, mi mirada fija en mis manos, sentí mis mejillas ardiendo, la ira se abría camino.
    
    - ¿Cómo que no hay trato? – su voz… bueno, creo que no era el único que se estaba empezando a molestar con la situación. Yo sabía jugar este juego, y lo haría.
    
    - Eres sordo, además de Idiota – le espeté. Y ahí estaba… lancé la bomba. Lo miré desafiante. Mientras me iba poniendo de pie.
    
    - Cuidado… - Me advirtió, y sentí el peligro, su mano estuvo en un segundo en mi cara, comprimiendo ambas mejillas, la palma de su mano apoyada en mi mentón. Miré su cara, había odio ahí. Supe que si era entre él y yo, no había ninguna posibilidad de ganarle, o defenderme. Era más alto, más fuerte, y más rápido - lo acaba de descubrir - Cerré fuerte los ojos, esperando sentir el primer golpe. Me soltó.
    
    - No seas insolente, Puto, o además de romperte el culo, te sacaré uno o dos dientes a golpes – me amenazó – Pídeme disculpas.
    
    Lo miré. Analizando la situación, lo mejor era darle lo que quería, siempre podía aceptar lo que quisiera hoy, y no responder mañana, el acuerdo era de palabra, y yo estaba cansado, la condescendencia era mi mejor opción. Le diría lo que quería escuchar y me iría. Y esperaba no volver a verlo más.
    
    - Dis… Disculpa – mi voz sonó más ...
    ... débil de lo que esperaba.
    
    - Qué lástima… tenía ganas de romper esa cara de come-verga tuya – me miro… con asco y algo más que no podía descifrar, y me dio una media sonrisa que me encandiló.
    
    - Disculpa – repetí, aclarándome la garganta.
    
    - Sólo los imbéciles repiten dos veces la misma cosa, Puto… ¿o qué, tanta verga te trituró lo sesos? – se mofó.
    
    No diría nada más. Sólo respire, en algún momento se acabarían los insultos y yo podría irme a casa, y regocijarme en el arrepentimiento de haber venido aquí esta noche. El percibió mi cambio de humor, y habló con fastidio, como si le hubiese arrebatado un juguete que comenzaba a disfrutar.
    
    - Como sea… yo te avisaré el día y el lugar, y tú vendrás, te abrirás de piernas y te dejarás coger como lo has venido haciendo todo este tiempo. ¿No es por eso por lo que te pago? – No esperó mi respuesta – Si puedes o no caminar después de lo que te espera, ese no es mi problema Putito.
    
    Al ver que no respondía, aplaudió frente a mi cara velozmente.
    
    - ¿Y? – Se impacientaba, esperaba mi respuesta.
    
    - Está bien, supongo – Me miré los pies. Iba a necesitar ese favor de Claudia después de todo.
    
    - Una cosa más.
    
    - Dime – Me apresuré a decir, quería irme luego a casa.
    
    - Sin condón ésta vez.
    
    - Pero… - iba a comenzar a debatir.
    
    - Te daré el doble, ¿dime si no es un buen trato?
    
    - Lo siento, en eso no puedo tranzar, lo sabes – esa era la frase más larga que había dicho esta noche. Bueno, que él me había permitido decir. ...