1. Alicia 23/25


    Fecha: 27/04/2018, Categorías: Hetero Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues

    ... podía ver ese valle y ese fruncido punto que esperaba medicina. Estaba por bajar la cabeza para mojar con la lengua ese agujerito cuando Margarita le recriminó que no sea cochino, que para eso era la crema de manos. Margarita ansiaba que su padre le chupase el culito, pero no podría demostrarlo en esta etapa. En este punto del relato quise reproducir la situación y llevé a mi Alicia al dormitorio, rápidamente se acostó dejando la cara sobre mis piernas y parecía que me estaba por morder la protuberancia pero le pedí que diese vuelta: su carita no podría mirarme mientras la curaba. No perdí demasiado tiempo con su bombachita y se la saqué para tener esa carnecita cruda a la vista mientras mi cielito continuaba su relato con los ojitos cerrados, los cerraba para sentir el supositorio que le estaba entrando, aunque lo que estaba metiendo en su culito era mi dedo. Igual hablaba y contaba: El papá largó un chorro de la crema para manos en el traserito de su hija y con el índice desparramaba esa materia espesa y blancuzca que hacía imaginar que era otro tipo de cremosidad. Despacito apretaba el centro marrón para distender el esfínter y ya le entraba un poquito del dedo, el pulgar acariciaba más abajo, allí donde un bultito amenazaba con morderle el dedo con ese tajito. Esas caricias eran más disimuladas, se suponía que no estaba preparando esa zona. Al final tomó el supositorio y se lo metió lentamente en el anito, Margarita temblaba y estaba a punto de explotar, con una voz que ...
    ... sonaba desarmada le pidió que vigile para que no se escapase el intruso. Estuvo un rato sintiendo un dedo quietito dentro del ano y se incorporó para ponerse nuevamente la bombachita, la sesión estaba llegando a su fin. Al mostrarle una mancha de humedad en el bultito de su bombacha le pidió que la disculpase por haberse hecho pis nuevamente. El padre decía dudar que fuese orín y para comprobarlo se agachó para olerle la bombachita, ella lanzó un gemido al sentir la boca paterna apoyarse sobre su puchita y pasarle la lengua suavemente por la pierna donde iniciaba la tela. Cuando sintió una mano de cada lado bajándole la prenda nuevamente, se abrió de piernas atenazando el cuello del papito. Una lengua caliente y húmeda se posaba en sus partes íntimas, una lengua que besaba sus labios exteriores posándose sobre su puchita y moviéndose con velocidad creciente. Marga no imaginaba que fuese tan delicioso que su padre le chupase la conchita obsequiándole tanto placer. Cuando la boca hambrienta llegó a su clítoris creía desmayarse y casi ahorca al pobre hombre de tanto apretarlo entre sus piernas mientras disfrutaba de un tremendo orgasmo. Mi empleador exhibía un tremendo bulto que su hijita liberó lentamente apretándolo con cariño, el pobre traía tanta excitación acumulada que se derramó sobre la mano que apenas iniciaba el vaivén. Marga lo despidió con un beso casi apasionado, algo aliviada que no se la había metido por la vagina, la barra de carne parecía demasiado grande para su ...