1. Historia del chip (044): Las reglas principales (Daphne 014)


    Fecha: 29/04/2018, Categorías: Gays Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos

    ... ve del país.
    
    —Quizás deberías verlas. A lo mejor te lo piensas mejor y no vamos a comprar el vestido— sugirió Daphne. Las mejores preguntas son aquellas en las que conoces la respuesta de antemano.
    
    —Seguro. Estoy cansado de mujeres recatadas— confesó Vasile.
    
    Le ofreció un beso menos casto. Daphne suspiró.
    
    —Tú sí que eres demasiado formal. No me has besado de verdad hasta ahora. Ni has tratado de sobarme o comprobar que llevo debajo del vestido. Sospecho que no te atraigo lo suficiente.
    
    Como respuesta, Vasile introdujo su mano por debajo y comprobó si el interior de los muslos había mutado. Disfrutó adivinando dónde estaba la piel húmeda de los labios vaginales y se acercó al clítoris. Se quedó allí mientras Daphne cogió más almendras.
    
    —¿Y los pezones? ¿No los vas a saludar? — le indicó Daphne.
    
    —Nos verá la camarera. Esperaré a mejor ocasión— respondió Vasile sin dejar de estar abajo entre las piernas semiabiertas.
    
    —Es por el vestido. Por eso no quería repetir. Si estuvieras con mi amiga Jennifer...
    
    —Estás aburriéndome con tanta cháchara. Te tocaré los pezones o cualquier parte de tu cuerpo cuando lo considere conveniente. Sin restricciones. ¿No habíamos quedado en eso o algo parecido? No quiero oírte quejarte. ¡Ah, y lo que quiero es pellizcarlos con toda la fuerza de mis dedos! Querías sinceridad.
    
    Vasile supuso que ahí se acabaría la noche.
    
    —Así quiero que seas. Fuerte y rudo. Seguro. La próxima vez busca un bar más íntimo y podrás hacer lo ...
    ... que quieras. ¿Cómo quieres que sea el vestido?
    
    Vasile se lo pensó.
    
    —Algo que tendrías para cenar pensando en seducirme. Que trasluzcan tus ganas de tener sexo conmigo. Bueno, con el que llevas, ya es suficiente.
    
    —Ni hablar. Quiero un vestido que cuando me lo ponga me recuerde a ti. A tus ojos mirándome, mejor, comiéndome con los ojos. ¿Sabes de alguna tienda exclusiva por aquí cerca? — preguntó, divertida. No conocía ni un sólo hombre que tuviera idea alguna de esas cosas, aunque sólo había estado con adolescentes.
    
    Vasile se levantó y preguntó a la camarera. Cuando volvió le dijo: “Sabe de un sitio por aquí cerca. La chica compra allí. Ropa barata. Busquemos algo que te sienta un poco mejor. No me apetece que te gastes mucho dinero en un vestido chic. Y, cualquier cosa, te va a sentar bien.”
    
    Daphne iba a objetar. Vasile se lo impidió poniéndole un dedo en los labios.
    
    La tienda era una especie de bazar con múltiples mesas llenas de diversos ropajes. No había demasiado orden. Como Daphne no sabía que buscar, simplemente se quedó de pie en sus tacones, esperando que a Vasile optase por algo. Nada de lo que había ahí podía remotamente mejorar lo que llevaba puesto.
    
    Ya llevaban quince minutos mirando trapos y Daphne supuso que Vasile debía estar harto, perteneciendo a la mitad de la humanidad incapaz de estar más de cinco minutos en una tienda de ropa de mujer. Pero no cejó.
    
    —Necesitamos algo a juego con tus increíbles zapatos.
    
    Daphne no supo si se estaba ...
«1...345...8»