1. Historia del chip (044): Las reglas principales (Daphne 014)


    Fecha: 29/04/2018, Categorías: Gays Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos

    ... de acuerdo. Casi no se veían, sólo el pie desnudo. Incluso ella no terminaba de entender como no se deslizaban. Le cansaba no poder apoyar el pie entero, aunque le excitaba sentir el frescor. Después de los H4, era la gloria. Jennifer debía haberse quedado bien dormida. Nada de masturbaciones.
    
    Vasile se cansó y salieron a buscar por otra parte. La cogió por el talle y vagabundearon un rato. Daphne se sentía extraña buscando un atuendo que no iba a durar más que una cena en su cuerpo. Algo le encantaba, la dedicación de él por los detalles. Teniendo la posibilidad de llevarla a un rincón oscuro, obsesionarse por los trapitos indecorosos parecía absurdo. Recordó alguna de las interminables clases. La obligatoriedad de estar siempre impecables. Haría un trabajo sobre ello. No era sólo el vestido lo importante, sino buscarlo. Ir con alguien. Dedicar tiempo. ¿Cuántas mujeres obligaban a sus maridos o novios a centrarse en una labor así?
    
    Entraron en una tienda pequeña, que también tenía disfraces. Los dos lo vieron a la vez. Estaba colocado sobre una maniquí y era muy erótico sin llegar a mostrar nada. Un vestido blanco sinuoso. Más bien la mitad de un vestido. Desde el hombro izquierdo atravesaba en diagonal hasta la cadera izquierda. Por detrás era exactamente igual. Seguía por la pierna derecha cada vez estrechándose hasta cerca del tobillo, donde una simple eslabón dorado y pesado colgaba inerte. Vasile se adelantó.
    
    —Nos gusta este vestido— dirigiéndose a la ...
    ... dependienta.
    
    —Está reservado. Para la fiesta de la semana que viene. También es muy caro. En realidad, es de una diseñadora de aquí. Pero no le gusta mucho trabajar. Así que sólo hace un diseño al mes. Se los quitan de las manos. A ella le gusta dejar que su trabajo se quede expuesto un tiempo. Y siempre quiere que un vestido lo lleven dos chicas distintas. Dice que la primera mujer impregna el vestido de sensualidad, para que la segunda lo disfrute con sexualidad. Sé que parece una tontería, pero ...
    
    —Yo lo compraría para mí y para una amiga. Dos mujeres compartiendo vestido— propuso Daphne, con poca fuerza.
    
    —De verdad que me gustaría, pero no puedo reemplazarlo por ningún otro. Y ya está encargado. Y está pensando para una mujer un poco más baja que usted. A la diseñadora no le gustaría que se exhibiese de manera errónea. Ya les digo que es muy puntillosa.
    
    Vasile intervino.
    
    —Es perfeccionismo. Pero debe ser una mujer fascinante.
    
    Daphne se lo quedó mirando. No sabía si besarlo o fastidiarlo. Se echó a reír. Miró a la dependienta.
    
    --Le gustan todas. Pero tiene razón. Parece tener una sensibilidad extraordinaria.
    
    —Quizás puedan conocerla. Le encanta comentar sus diseños, pero yo no tendría muchas esperanzas de conseguir uno exclusivo y con rapidez. La chica que ha comprado éste llevaba dos años esperando. Y ni siquiera se le va a permitir estrenarlo. Yo me considero afortunada porque expone en mi tienda. Hay gente que viene aquí sólo por esto— explicó con ...
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