1. Cogí con mi novia, su madre y sus hermanas


    Fecha: 30/04/2018, Categorías: Hetero Autor: felodel2005, Fuente: CuentoRelatos

    ... prefería quedarse en casa. Por supuesto sus padres no pusieron mayor objeción y dejaron a Majo al cuidado de su hermana menor. Sería entonces un paseo romántico para los padres de Majo, se irían solo los dos y con seguridad aprovecharían para desfogar todos sus deseos. Aún sin tenerlo muy claro, eso me generaba algo de rabia. No podía soportar el hecho de tener que enterarme que se iban a coger a María José, la madre de Majo, si, tenían el mismo nombre. Yo amaba a Majo, por lo que hasta ese entonces jamás la había traicionado, claro que tenía muchas fantasías con otras, entre esas la madre de Majo, pero allí quedaban, en fantasías. Era un hecho que el padre de Majo se cogía a su mujer, bastaba nada más con ver la cantidad de hijas que tuvieron.
    
    Se hizo de noche y yo aún estaba en casa de Majo, pedimos una pizza a domicilio y teníamos como plan ver alguna película, luego a dormir. Los dos sabíamos que íbamos a terminar cogiendo, pero tendríamos que esperar un rato largo mientras Esperanza se dormía.
    
    Esperanza no era una niña pequeña, tan solo era un par de años menor que Majo; no sé por qué, pero a Majo le daba pena ser descubierta por su hermana mientras tenía sexo. Me hago la pregunta, es porque con Majo cogíamos en casi cualquier lugar, la adrenalina de ser atrapados era una de las grandes motivaciones de Majo para calentarse. Por eso no entendía cuál era el problema de que su hermana quizás nos oyera mientras cogíamos.
    
    Decidimos entonces ver si estaban dando ...
    ... alguna película buena en la televisión, Al no encontrar nada hicimos un pago por ver. Elegimos una llamadaNoche de miedo. Por cierto, les recomiendo que no la vean jamás, es de las películas patéticas y mal hechas que he visto en la vida.
    
    La película era mala, Majo lo sabía, pero trataba de concentrarse en ella porque podría mejorar. Yo me concentré en pasarla bien con Majo. Poco a poco fuimos pasando de unos inocentes besos a un acalorado momento en el que yo le pasaba mi lengua desde su cuello hasta el borde de sus senos. La besaba con pasión y le acariciaba desde su espalda hasta su culo. Vale aclararles que hasta ese entonces seguíamos vestidos.
    
    Majo estaba un poco más contenida, habitualmente ya me tendría el pene afuera y estaría dando unos pequeños toques en la punta con la punta de su lengua. Pero esa noche no, insistía en que debíamos esperar y asegurarnos de que Esperanza estuviera dormida. Yo no podía esperar más, Majo me había acostumbrado a desearla y a tenerla, así que por más que ella insistió en esperar un rato, yo no quise. Seguí besándola y tocándola, Majo me decía que no, con sus palabras, pero sus gestos me decían que siguiera. Yo sabía que Majo estaba caliente y que tarde o temprano cedería a la presión de sus deseos.
    
    Seguí besándole el cuello por un buen rato, al mismo tiempo levanté su camisa y empecé a tocar suavemente sus pequeños senos. Eran diminutos, pero como me gustaba ponerlos en mi boca. Mientras lo hacía, Majo cerraba sus ojos, dejaba caer ...
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