La profesora de autoescuela
Fecha: 30/04/2018,
Categorías:
Masturbación
Autor: bimont, Fuente: CuentoRelatos
... petición les serví una copa de vino blanco y mientras hablaban les preparé una cena informal. Dispuse la mesa, solo dos cubiertos.
—Cuando tenemos invitados ella solo está para servir -le advirtió Adela sonriendo.
La cena terminó y se sentaron en los sillones, les oía desde la cocina hablar y reír, el vino seguramente hacía de las suyas. Salí para preguntarles si querían algo más, estaban con un tema favorito de Adela, los horóscopos.
—Nora, sabes que Marta es Virgo.
—Eres Virgo —dije, sonriendo con malicia.
—Sí, quiero decir, no. Bueno, del signo del zodiaco, sí, claro. Ufff..., no sé lo que me digo.
—Pues mira que pone en tu signo —Adela de una revista: «Los astros pronostican que iniciarás una etapa de estabilidad que te permitan enfocar objetivos profesionales que te propiciarán nuevos horizontes, tomaras decisiones que resultarán complicadas, pero llegarás al éxito. Aunque será un fin de semana ajetreado, desconectar de la rutina y con un estado de ánimo óptimo te permitirá que lo disfrutes. Pon más pasión en tu vida y disfruta».
—¡Ah! muy interesante. Nora sírveme un poco de vino. Tendré que animarme para sentirme más pasional...
Rellené de nuevo su copa. Las dos estaban repantigadas en sus butacas. Una frente a la otra, Adela abría sus piernas con procacidad, y se acariciaba los muslos sin dejar de mirarla. Marta, se desbrochó un botón de la camisa, dijo tener calor. Yo continuaba de pie entre las dos, escuchando su conversación.
—Desde luego ...
... Adela, tiene que ser un verdadero placer disponer de los servicios de Nora.
—Sí, realmente, es un placer disponer de sus servicios, en estos momentos forma parte de mi vida. Pero más allá del placer sexual, cada vez más variado, cada vez más completo, lo tengo muy claro que no soy su dueña, ni de sus actos y menos de su cuerpo. Seguro que nunca le faltarán mujeres u hombres para quien servir. ¿No sé qué piensas tú?
—Quieres decir que ahora está contigo, pero que es libre... ¿Así, de sencillo?
—No lo dudes, de momento está sumisa a mí, disfrutamos el día a día de las cosas que seguro te eximen de ciertos placeres por temor al qué dirán. Se tiene que disfrutar de la vida sin inhibiciones y dentro de las posibilidades sin privarnos de nada.
—Si..., ya sé que hay cosas, que al igual no las entienda del todo, y quizás por el que dirán no sé disfrutarlas.
—Tu vida es tuya y sólo tú has de decidir lo que quieres hacer con ella. ¿Estás bien, Marta?
—Sí estoy bien. ¿Por qué?
—Te estoy hablando y pareces un poco distraída, ¿te gusta Nora? no dejas de mirarla.
—Oh... Dios, por favor... —no sonó muy convincente.
—Pues claro, cielo, ¿vas a sernos sincera? —rio Adela maliciosamente.
—No ahora estoy sola y no salgo con nadie, si es lo que quieres saber.
—¡Yo no te he preguntado eso!
—Lo sé —afirmó ella.— Pero quiero que lo sepáis.
Ambas sonrieron, y entonces preguntó de nuevo.
—¿Cuándo ha sido la última vez que has estado con un hombre?
—Hace ya ...