1. Una abrupta decisión


    Fecha: 02/05/2018, Categorías: Gays Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos

    ... el auto por donde se le indicaba y dejó a Claudia, pero insistió en acompañarla al portal, sólo para que Santiago no lo oyera cuando le decía:
    
    - Sé lo que pasó en la casa de mi hermano, sé que te pudo la curiosidad, también te diré algo: esa arma era mía, igual que los cuchillos, fue una prueba, mi hermano es muy descuidado, especialmente cuando alguien le gusta, yo necesitaba saber quién iba a meter sus narices donde no debía, así que -le puso las cosas en claro, sin alzar la voz ni parecer intimidatorio, sólo quería ser sincero, al final de cuentas, Alec es su hermano y lo cuidaría-, ten cuidado, yo sí te vigilaré, deja de ser indiscreta.
    
    Claudia le asintió muy seria, escaneó su iris en la entrada de su casa y cerró la puerta antes que Vladimir pudiera pensar en entrar, pero él ya se había subido al auto de Santiago y había salido de esa zona residencial como si su vida dependiera de ello.
    
    Santiago intentó que Vladimir le dijera algo, pero él no quiso decir nada hasta que estuvieron en el centro de la ciudad, dieron un par de vueltas y lo que fuera que lo preocupaba en el retrovisor hubiera desaparecido.
    
    - Esa mujer me preocupa, Santi -le dijo sinceramente.
    
    - Mira, Claudia puede llegar a ser una molestia, pero es buena persona, Vlad -Santiago no quería sospechar de ella, pero cada cosa que hacía le sembraba dudas, es más, todavía no estaba seguro de cuándo se habían hecho amigos.
    
    - Bueno, hay algo que quiero que quede en claro, mucho más importante para ...
    ... mí que la Claudia esa -el rostro de Vladimir se mantenía serio, pero sus manos se habían relajado sobre el manubrio-. Es sobre que me digas Vlad -Santiago lo miró sorprendido, no creyó que lo molestara-, siempre detesté el diminutivo ‘oficial’ de mi nombre. Es Vova, ¡no te rías! -de hecho, Santiago seguía sin saber reaccionar, aunque no pensaba reírse de ninguna manera-. Cuando vivíamos en Rusia simplemente era por hacerme el malote, pero se lo prohibí incluso a Alec cuando empezamos a hablar en español, por los chistes fonéticos a los que se presta, así que tampoco pensó en llamarme nunca Vlad, pero… -se volvió hacia Santi, le guiñó el ojo y le tiró un beso-, pero viniendo de ti, no sólo es lindo, es que me derrite, pasé de ser ‘el que decide su camino’ que es lo que significa Vladimir a ser de verdad un bobito contigo… -estaban en una luz roja y Santiago aprovechó la situación para soltarse su cinturón y darle un pico.
    
    - Ya que estamos -le dijo Santiago-, sabes muy bien quién soy y por qué hago lo que hago, eso lo dejaste claro, no olvido que estoy totalmente a tu merced -Vlad sonrió pero no dijo nada-, aun así… ¿cómo sabes dónde vivo? -Vlad había llegado sin ninguna indicación, se había estacionado y se estaba quitando el cinturón-. Olvídalo, mejor ni pregunto.
    
    - Así me gusta -le dijo Vlad antes de darle un beso largo, lento, con todas las ganas que tenía de simplemente estar con este chico que él había planeado usar como un juguete, una diversión más, un pasatiempo ...
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