1. Mi primo y yo


    Fecha: 03/05/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Bueno. Comenzaré regresando hace muchos años, tratando de recordar. Yo soy de piel ni morena ni blanca. Mi pelo es negro totalmente y liso. Cuando tenía 10 años mi cuerpo era bastante voluminoso, en el sentido que tenía mucha pierna —algo que hasta ahora no recordaba, pero que me apenaba. No era alguien de buen cuerpo respecto a mi abdomen, puesto que jamás hice o hacía ejercicio, o me sometía a trabajos duros por la falta de algún Padre que me orientara a hacer cosas de "hombres", así que era un poco gordito. Mi primo Andrés, por el contrario, era de piel blanca, con cabello quebrado color negro, su cabello era casi chino completamente. Algo que envidiaba de el, porque no tenía que peinarse cuando acomodaba su peinado. Andrés a diferencia de mí, tenía a su Papá, el cual le ponía trabajos duros, por lo que Andrés a la edad de 11 años tenía un cuerpo que cualquier pedofilo desearía. Cabe destacar que Andrés era un Adonis cuando niño. Sus piernas musculosas a pesar de su edad, y no tenía abdomen, pero estaba delgado a comparación de yo. Sus brazos eran musculosos y lo mejor de todo era que él casi cumplía los 12 años. El era más alto que yo, solo unos centímetros. Su voz era demasiado sensual. A su edad, hacía trabajos como albañilería y esas cosas las cuales a veces solía hacer con él, casi sin éxito. Pero vamos al grano. A esas edades, nosotros nos juntábamos demasiado. El iba a mi casa después de que salíamos de la primaria, lo cual me excitaba, porque el usaba Pants los ...
    ... viernes. Un pants color vino, el cual le quedaba bastante bien para su trasero redondo perfecto y su pequeño bulto de niño que solía notarle cuando corría. Un día, fuimos a su casa en Ixtapaluca, eran esas casas color naranja. La verdad no sé mucho de eso, pero era como estar en Springfield de México, con tantas casas parecidas. La de mis tíos era de tres pisos, con 4 recámaras. Yo obviamente, siempre me dormía con Andrés y su hermano estaba todavía muy pequeño, así que dormía en una cuna a pesar de su edad. Cuando nos acostamos, apagamos la Luz. Andrés siempre ha sido heterosexual, y un macho por excelencia. Nos quitamos la ropa y pude notar su calzón de una tela bastante delgada. No se imaginan lo rico que se veía. Su pene estaba totalmente erecto, y sus nalgas ahí, perfectas y redondas de tanto jugar fútbol. Sus brazos musculosos y su cuerpo delgado pero fuerte. —Tienes grandes piernas —me dijo, mientras me ponía el pijama. —Gracias, tú igual. —Le respondí. Después de eso, empezamos a platicar de sus novias y sus cartas que le mandaban. Había una que decía: Qué traserote tienes papasito. Pero esa carta me la quedé, sin que él la viera. AL cabo de un rato, nos echamos a dormir en la cama de solo dos cobijas. Se dirigió hacia la puerta, donde estaba el apagador. Su pijama era color azul, de una tela delgada, como la de las camisetas. Y una playera que hacía juego con el pantalón. Yo tenía un short de mi tía, lo cual me daba pena porque mostraba demasiado las piernas. Cabe ...
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