1. Mi primo y yo


    Fecha: 03/05/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... yo en esos tiempos no dormía por quedarme jugando. Entonces todos se fueron a dormir. Los ronquidos de Andrés eran hermosos. Llevaba puesto unos Short negros puestos, que se había colocado al llegar, desorientado. Esa era mi oportunidad, y tal vez la última que podía tener. Le toqué el miembro por encima del short, como costumbre. Sus piernas peludas me prendían más. Después le fui bajando el short, para encontrarme con sus bóxer azules que remarcaban ese pene, inclinado hacia arriba, como solía tenerlo él. Andrés no se movió, pero dejó de roncar, así que decidí detenerme. Me estaba jugando muchas cosas, porque si el despertaba, reaccionaría de la peor forma. Me arriesgué más, y le bajé el bóxer. Su pene ya no era blanco, como cuando éramos niños. Tampoco era negro, pero estaba algo bronceado ya. Su glande salía casi a la mitad, por lo que fui jalando su carne, hasta pelar completamente esa verga de dioses. Su miembro estaba dormido, así que intenté estimularlo. No noté que Andrés había dejado de roncar otra vez. Lo volví a oler y me excitó aún más recordar ese olor. Me masturbé lentamente mientras le tocaba la verga. Mi cara estaba a punto de estallar, de la sangre que corría por mi cabeza. Cuando empecé a ...
    ... acercar mi boca hacia su pene, el cual ya estaba medio erecto, iba a chuparselo. Estaba a centímetros de chuparlo, cuando se movió. Dejé su pene dentro del bóxer rápidamente y con cautela, para después subirle el short y me eché a correr silenciosamente a la cocina. Se despertó después de unos segundos. Rogué porque no se haya dado cuenta. Tenía miedo de que me fuera a acusar, porque nadie sabía mi sexualidad. Pero solamente se volvió a dormir, desorbitado. Ahora ya no vive con nosotros, se ha ido con una mujer. Ha perdido el encanto. Creo que he madurado y me dejé de ilusionar con él. Ahora lo veo como un primo, como debí verlo siempre. Por cierto, me pregunto si él recordará todo lo que hicimos de pequeños. Porque ahora que crecí y conozco demasiado del sexo, tengo instintos. Me da miedo ser un pedofilo a la larga, pero fantaseo con ir a la secundaria y ver esos jóvenes cuerpos tentadores con uniformes escolares tan excitantes que llevan los varones. Quisiera tener sexo con varios adolescentes a mi lado, con ese uniforme de secundaria. ¿A quién no le gusta fantasear? Espero les haya gustado. El relato es real, nada es ficticio. Por eso no perdí la oportunidad de contarles, porque algún día talvez lo olvide. 
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