Mi tía Sandra
Fecha: 06/05/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: delnorte1, Fuente: RelatosEróticos
... con no sé qué blanco embadurnándole las fosas nasales. Mi abuelo la abroncó y le llamó la atención y ella le metió dos hostias que lo tiró patas arriba. Entonces se tuvo que ir de casa y se mudó a donde llego yo ahora…
-Pasa, Pitufo- me dice con un cierto desdén. Luego me conduce a la que será mi habitación y me muestra el resto de la casa. Al mediodía comemos y la conversación va por cauces sin importancia; cómo están mis padres, cómo llevo los estudios, qué loco está el tiempo, llueve un mes seguido y otro mes hace un calor de perros…
A media tarde, leía yo en un sofá, me había traído unas novelas de aventuras en la maleta cuando ella me dice: -Escucha, Pitufo (qué puta manía de llamarme así, ella siempre me llamó “Pitufo”) –Voy a salir un rato a hacer unas compras y recados, volveré en una hora. –De acuerdo, me quedo aquí leyendo. Pero nada más salió yo no pude contener la curiosidad y empecé a husmear por la casa. En un saloncito, una especie de despacho o escritorio, había una mesa con un portátil y un sillón. Lo abro, lo enciendo y para mi alegría no tiene contraseña ni bloqueo de ninguna clase, (ella es soltera, vive sola, y de carácter complicado) y aparece ante mí el fondo de pantalla con varias carpetas. Iba a buscar un solitario, pero me puede la curiosidad; abro una carpeta de imágenes dividida a su vez en un montón de carpetas, abro una con galerías de fotos e imágenes y oh descubrimiento…
Una valquiria rubia enorme y tetuda vestida con un mono ceñido ...
... de cuero negro, tortura a un tipo atado a la pared en una cruz de madera, golpeándolo con una fusta. En otra galería, otra tía más baja y de pelo castaño, de 48 o 50 años, caderona y muy potente, también encuerada, pasea a otro tipo con un collar y cadena de perro…
En otra galería, son amplias, de bastantes fotos cada una, la rubiaza imponente de antes aparece en una celda con botas militares y uniforme de marine, paseando a un tipo desnudo que camina de rodillas por la celda y ella lleva amarrado con una cuerda por los testículos. La misma rubiaza, enorme, voluptuosa, labios carnosos, mirada penetrante –creo por un instante que me está mirando a mí- se me aparece ahora en otra nueva galería… Noto el pecho palpitarme, agitado, y siento un enorme cosquilleo en mi bragueta; nunca he visto nada así. Acabo de descubrir algo extraño, desconocido, que me inquieta, me produce curiosidad, y a la vez es muy excitante. Me pongo empalmado a un nivel desconocido, siento dolor en mi bragueta. La rubia ahora con botas negras de tacón alto, un mini tanga de cuero negro, y las tetazas ya libres pisa y patea a otro tipo. Hay un montón de carpetas y galerías de esta temática. Me salgo, cambio a otro fichero titulado “Muscle”, allí se me aparecen muchas tías fibradas y musculosas, solas o por parejas, posando en gimnasios o playas y en ocasiones parece que follando entre ellas. Creo reconocer a la rubiaza de antes, otras son morenotas, hay alguna negra…
Debo decir que nunca había visto una ...