1. Joaquín, un bisexual de buen culo


    Fecha: 10/05/2018, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    Habíamos acabado y dejado el colegio donde tantas cosas ocurrieron hasta hacernos buenos amigos Joaquín y yo. Ambos habíamos sacado un buen promedio que nos permitió el acceso a medicina, solo que íbamos a estudiar en diferentes Facultades de distintas ciudades. Joaquín se iba a ir lejos, a Pamplona, y yo me trasladaba a la ciudad donde tiene mi padre la oficina central, Valencia.
    
    Valencia era la ciudad donde cada año íbamos a veranear y mi padre estaba esperando que yo acabara en el colegio para trasladarnos todos a vivir en Valencia. Al decir todos, me refiero a mi hermana, dos años menor que yo, y a Adela. Mis padres se habían divorciado siendo mi hermana muy pequeña aún. Mi hermana nunca conoció a mi madre, jamás preguntó por ella de pequeña, porque llamaba mamá a Adela, joven madre soltera que cuidó de nosotros. Jamás hemos visto a mi madre, ni quise saber ya nada más de ella, pues no tenía sentido ocuparse de una madre que te abandona a tu suerte. Yo llamaba a Adela, Tita y ella nos ha querido.
    
    Cuando se fue mi madre yo tenía 4 años, es justo cuando mi padre le dio a Adela contrato completo, vino a casa y solo trabajaba para nosotros, para cuidarnos, ella organizaba la casa y solo iba a ver a sus padres en la noche cuando acababa su larga jornada. Se entabló entre Adela y nosotros una fuerte relación más familiar que laboral.
    
    Ese verano, para que yo no estuviera tan solo, Joaquín aceptó de buen grado la invitación de mi padre para venir a Valencia. Nuestra ...
    ... casa está muy cerca del mar, delante de ella solo tenemos una simpática duna, por donde circula poca gente, solo unos cuantos voyeurs que deambulan para ver si algún chico se fija en ellos. Pero no sé qué es lo que pasa que los tales voyeurs son feos y panzudos, no me resultaron nunca atractivos. Nosotros vamos al mar cruzando la duna por un pequeño vado que la rodea y que queda justo frente a nuestra casa.
    
    Joaquín solo podía venir durante el mes de julio porque en agosto se iría con sus padres a Galicia como tenían costumbre. También en julio tomaba sus vacaciones Adela, de ahí la premura de mi padre en que nos fuéramos, porque ya tenía apalabrada a la empleada de limpieza de la oficina, llamada Lucía, para que cuidara mi casa de Valencia, tal como ya había hecho en veranos anteriores. El trabajo de Lucía era muy sencillo, venía cada día en su coche, ora limpiaba la casa, ora los enseres, ora ponía a lavar la ropa y cada día cocinaba, según ella se organizaba; los domingos nos íbamos a comer a un restaurante, siempre el mismo, llamado «La Langosta», junto al mar, a las afueras de la ciudad.
    
    A nuestros 18 años, Joaquín y yo éramos jóvenes pero ya sentíamos desde tiempo algo entre nosotros. A mí me enamoraba Joaquín y este se estaba emperrando conmigo. Éramos tal para cual. No había entre nosotros un amor para asegurar el futuro, sino una amistad que sobrepasaba todos los límites. Yo sabía que Joaquín era heterosexual, pero con un culo que solo él podía tener, pero Joaquín, ...
«1234...»