1. La sumisa de mi hermana parte 4


    Fecha: 15/05/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    La sumisión de mi hermana Milagros. Cosas del destino.
    
    Tras la cogida que recibió mi hermana por parte de esos hermanos degenerados Jhony y Mario, mi hermanita llegó casi desfallecida a la casa. Su ingreso fue despacio para no despertar a mis padres que solo atinaron a preguntar ¿cómo te fue hija, te divertiste?, ella respondió que sí. En ningún momento encendió el foco para que no vieran su falda rota.
    
    Ni bien entró a su cuarto se tumbó a la cama, no tenía fuerzas ni siquiera para bañarse.
    
    Al día siguiente mi hermana tomó una prolongada lucha, seguro para limpiarse bien sus partes íntimas que fueron objeto de placer y lujuria por Mario y Jhony. Cuando pude ver a mi hermana no podía caminar bien, lo hacía con dificultad, su rostro denotaba dolor. Lentamente llegó a la ventana de la sala para asomarse, cuando de pronto vio a Mario con un par de maletas grandes. El tipejo de Mario se percató que mi hermanita lo estaba espiando y se dirigió a la casa, apenas vio que se acercaba se sentó en el mueble de la sala, pero ese malhechor con facilidad forjó la cerradura de la casa y entró.
    
    Mario: hola Milagros. Acaso me estás espiando? ah putita.
    
    Mi hermana: no, para nada. Sólo fue de casualidad, no era mi intención.
    
    Mario: no me mientas zorrita. Decía Mientras se acercaba a ella. Ayer la pasé muy bien a tu lado, disfrute de tu culo. jajajaja, se rió el descarado, veo que estás lastimada y adolorida.
    
    Mi hermana: si, no me siento bien, no me hagas daño pro favor, ...
    ... te lo suplico. Ni bien terminó de decir eso, Mario levantó la bata de mi hermana que tenía por pijama y descubrió que no llevaba ropa interior.
    
    Mario: Oh putita no traes nada allí abajo. Se agachó y separó sus piernas dejando ver la conchita de mi hermana. Está rojita tu raja Milagros, en verdad que está sentido. Tenía razón la vagina de mi hermana estaba lastimada, pero su ano también lo estaba. Pero a Mario no le importó, por lo que se desabrochó su jean y sacó su enorme pene erecto. Mi hermana le miró asustada.
    
    Mi hermana: no por favor, te lo imploro. El miedo que mi hermana sentía era muy fuerte, por lo que ni siquiera intentó cerrar sus piernas y evitar que la violen.
    
    De pronto se escuchó que llamaron a Jhony. En ese momento le dijo a mi hermana que tenía que viajar urgente porque podría volver a la cárcel.
    
    Mario: tengo que irme a otra ciudad, ojalá encuentre una buena puta como tú. Vamos dímelo, deséame suerte.
    
    Mi hermana: ojalá que al sitio que vayas puedas encontrar una buena puta como yo. Y Mario se fue de la casa dejando a mi hermana aún con miedo y con las piernas abiertas.
    
    A la semana después del viaje de Mario, mi hermana se recuperó por completo y decidió buscar a Jhony, mientras tanto este hacía de las suyas con otras mujeres, por lo que mi hermana estaba molesta e insoportable. Los encuentros sexuales entre ellos fueron continuas, hubo momentos en que Jhony se follaba a mi hermana en nuestra casa. Lo hacían en el mueble de la sala, mi hermana ...
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