1. Mi adolescencia: En casa con el albañil


    Fecha: 16/05/2018, Categorías: Microrelatos, Autor: ClauMar, Fuente: CuentoRelatos

    Hola como están. He vuelto a escribir, y a contarles algunas de mis historias de adolescente, como muchas de ellas, sucedieron en el barrio donde vivían mis abuelos, que era donde yo pasaba más tiempo.
    
    Vuelve a recordarles como soy, mi nombre es Claudia, soy delgada, cabello ensortijado y negro, piel blanca que como era verano estaba algo dorada por el sol, ojos marrones, mis medidas 1,65 de altura y mis medidas 92-57-90 y muy buenas piernas. Durante mi adolescencia y a medida que fui creciendo, tuve en claro que mi manera de ser dulce, tierna, mimosa y sensual, no pasaba desapercibida para los hombres y que a medida que fui creciendo me atraían más los maduritos que los chicos de mi edad, así que esta historia recorre los mismos carriles.
    
    Todo esto sucedió en el mes de enero. Un sábado que iría a casa de Sandra porque iríamos con mis amigos y sus padres a la pileta, fui a despedirme de los abuelos que estaban con un albañil arreglando las condiciones de trabajo de unas ampliaciones y pintura que se iba a hacer en la casa. El albañil se llamaba Oscar y estaba con un chico Nico de unos 20 años que era su ayudante.
    
    Llevaba mi cabello recogido, una solera de fondo blanco con florcitas celestes, sin breteles y sin mangas, muy ajustada hasta mi cintura con la que se veían algo de mis senos y algo más suelta de la cintura para abajo que terminaba en una minifalda unos 10 cm por sobre las rodillas y unas sandalias tipo ojotas también en diversas tonalidades de ...
    ... celeste.
    
    Sucedieron las presentaciones de rigor, Oscar tenía unos 40/45 años y Nico 20, pero en ese momento solo tuve ojos para él, alto, muy bonito y dulce, estuve solo 2 minutos con ellos pero fue lo suficiente para “enamorarme“ de él. A la noche cuando volví a casa me enteré que ellos empezarían el trabajo en un par de días ya que antes no podían.
    
    Una semana después comenzaron los trabajos en casa, cuando llegaron se pusieron a trabajar yo salí a hacer las compras del día tenía mi cabello suelto, sin maquillaje, una remera de mangas cortas rosa pálido muy ajustada y con escote cuadrado y pronunciado que dejaba asomar mis senos y el borde de mi corpiño fucsia y jean celeste que marcaba mi cola paradita, indudablemente mi ropa causaba estragos porque recibí una buena dosis matinal de piropos, pero yo solo en mis pensamientos tenía en mente a Nico.
    
    Cuando volví a casa almorcé con ellos y charle mucho con Nicolás, me gustaba mucho estar con él y charlar y demostrar mi interés por él e intentar tener una cita. Así como al pasar me dijo que podíamos ir un día a que yo le ayudase a comprar una PC parecida a la que yo me había comprado recientemente.
    
    Al día siguiente y como para incentivarlo a obtener una cita con él, me vestí de manera un tanto insinuante, cuando tocaron timbre, me di los últimos retoques y salí a abrir la puerta, llevaba un short de jean lavado muy corto y ajustado y una remera tubo negra que mostraba algo de mis senos, en la puerta estaba solo don Oscar al que ...
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