Mi adolescencia: En casa con el albañil
Fecha: 16/05/2018,
Categorías:
Microrelatos,
Autor: ClauMar, Fuente: CuentoRelatos
... alcanza el tiempo
Nos besamos en la boca y empezó a besar y lamer mi espalda pero ahora en sentido descendente, en forma lenta con besos, lamidas, chupones que me excitaron totalmente, sentí su lengua lamiéndome las nalgas, y luego su voz diciendo:
O- Princesa abrí las piernas
Obedecí, sentía mi vagina húmeda de placer, me acarició los muslos, con su lengua y luego comenzó a deslizarla por la hendidura de mi cola, fue una locura, sus manos separaron los cachetes de mis nalgas y su lengua entró en mi intimidad, grité y gemí como loca, me retorcía de placer su lengua luego bajo por mi cola hasta adueñarse de mi concha de nuevo, así varias veces su lengua pasaba por mi cola y por mi concha y mi cuerpo tuvo un nuevo y violento orgasmo.
Colocó su cuerpo encima mío y deslizó su pene como jugando con mi cola, luego tomo mis caderas y me puso en posición de gateo, volvió a separar mis nalgas, pero ahora su lengua se apoderó mucho más de mi intimidad, su legua se apoderó de mi ano, colocó un almohadón bajo mi vientre, mi cola quedo paradita, y su lengua me invadía, en mi mesa de luz había crema y embadurnó con ella mi ano.
Luego su lengua recorrió nuevamente desde mi ano a mi concha, yo estaba en otro mundo, el placer que estaba sintiendo era inigualable, colocó otra ...
... almohada bajo mi vientre, sujetó con ambas manos mis caderas y colocó la punta de su pene en la entrada de mi ano, y dijo:
O- Princesa, abrí tus piernas lo más que puedas
C- Si mi amor…
Aferró mis caderas y sentí como su pene entraba en mi cola, despacio, poco a poco su pene iba entrando en mi cuerpo, hasta que lo tuve todo adentro, no era mi primera vez pero nunca lo gocé tanto, mi cuerpo volvió a tener otro orgasmo, y entonces empezó a recorrer mi ano, su pene entraba y salía, despacio al principio luego sus movimientos fueron más vigorosos, por dios el placer era extremo. Su penetración era delicada como cuidándome, pero firme, hasta que su boca gimió profundamente y sentí su semen recorriendo mis entrañas y mi cuerpo volviendo a tener un nuevo orgasmo. Luego de estar abrazados, nos levantamos, él volvió a su lugar de trabajo y yo a ordenar mi habitación en una hora llegarían mis abuelos.
Por razones lógicas y como yo era muy absorbente y él muy complaciente su trabajo se extendió varios días más. Yo estaba loca por Oscar, el placer que me había brindado era extremo. Hasta marzo fuimos pareja, yo era una especie de madre para Matu y la esposa de Oscar. Luego con el comienzo de las clases todo se fue distanciando hasta comprender que lo nuestro había llegado a su fin.