1. La confesión


    Fecha: 20/05/2018, Categorías: Incesto Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... Unas tetas grandes, como ella. Mi hermana Marta se giró. Me quiso decir algo. Le metí un beso a tornillo que hizo que le temblaran las piernas, las tetas, y el coño. El beso hizo que temblaran sus ciento veinte kilos de carne. Al acabar de meterle la lengua hasta la campanilla, me cogió como a una muñeca, me echó sobre la mesa. Hizo tiras de mi vestido. Me arrancó las bragas. Hizo saltar por los aires los botones de mi blusa con sus dos manoplas. Rompió la presilla de mi sujetador. Me dejó en pelotas y con su lengua de vaca me lamió las tetas, y después el coño hasta que me corrí en su boca. Luego se puso ella en pelotas. Se echó sobre la mesa, se abrió de piernas, y me dijo: "Come, puta". Aquel coño peludo era grande como un pozo de aros. Mi hermana debió follar lo que no está en los escritos. No sabía por dónde empezar. Era mucho bicho de Dios. Decidí magrearle y comerle las tetas. Al bajar al coño se lo follé con mi lengua. Entraba toda y más que hubiera. Después le metí cuatro dedos y entraban y salían como nada. No me quedó más remedio que meterle el puño. Entró el puño y medio brazo. La follé hasta que se corrió. ¡Y cómo se corrió! El río de la aldea, en verano, lleva menos agua de la que salió de su coño.
    
    -¡Qué exagerada!
    
    -Lo es. Se corre como una burra.
    
    El cura ya no le dio más vueltas a la cosa.
    
    -Hasta ahora has faltado a todos los mandamientos. Has pecado de lujuria...
    
    -Ahí se equivoca. Yo de lujos nada de nada
    
    -¿Eres golosa?
    
    -Mucho, veo una ...
    ... polla o un coño delante y se me hace la boca agua.
    
    -Eso es lujuria. ¿Comes y bebes de manera exagerada?
    
    -Comer como lo que me echen, y beber bebí vino por un zueco, por un orinal...
    
    -Ya, ya, ¿Tienes ataques de ira?
    
    -No, estoy sana.
    
    -¿Nunca te enfadas?
    
    -Cuando me tiran del genio.
    
    -¿Te has peleado con alguien?
    
    -Mejor pregunte con quien no peleé. Me apodan la Funeraria.
    
    -¿Por qué?
    
    -Porque ostia que meto familia de luto.
    
    -¿Eres perezosa?
    
    -Más que una burra tumbada a la sombra.
    
    -¿Eres envidiosa?
    
    -Me corroe por dentro ver que otros tienen lo que yo no tengo.
    
    -¿Eres avariciosa?
    
    -¡Aaaaansia viva es lo que tengo! ¡¡Todo para mí, todo para mí!!
    
    -¿Eres soberbia?
    
    -Me lo explique.
    
    -¿Te crees mejor que los demás?
    
    -No me creo, lo soy.
    
    El cura se persignó.
    
    -Has faltado a los diez mandamientos y has cometido los siete pecados capitales. ¿Te arrepientes?
    
    -No.
    
    -Tienes que arrepentirte o no te puedo perdonar tus pecados.
    
    -No me arrepiento porque me gustó hacer lo que hice y lo volvería a hacer si se presentase la ocasión
    
    -¿Incluso lo del viejo que mataste a polvos?
    
    -Si viera la carita de felicidad que tenía...
    
    -Pero estaba tieso.
    
    -Sí, tenía todo tieso, desde la picha hasta las cejas.
    
    El cura tenía un dilema.
    
    -Eres la primera del pueblo que se confiesa. ¿Qué hago contigo?
    
    -¿Me da la extremaunción?
    
    -La absolución, hija, la absolución.
    
    -Lo que sea. ¿Me la da?
    
    -Reza doce Padre Nuestros, doce ...
«1...3456»