1. Complaciéndolo


    Fecha: 20/05/2018, Categorías: Poesía Erótica, Autor: milfmature, Fuente: CuentoRelatos

    A raíz de la jubilación de mi marido, nuestro matrimonio entró en una etapa de crisis. Él no estaba preparado para ello, pues le desencadenó problemas de salud física: hipertensión y diabetes y de salud emocional: depresión, autoestima baja, etc. Yo lo apoyé en todo lo que estuvo de mi parte, pero no fue suficiente, asistimos a terapias, las cosas parecían mejorar pero regresaban a donde habían iniciado. Yo continuaba con mi trabajo, soy consultora financiera, estudié Actuaría y después un diplomado de finanzas en el IPADE. Es un trabajo que me ha dado muchos satisfacciones y beneficios económicos.
    
    Esta nueva etapa de nuestra vida provocó que nos distanciáramos un poco, sobre todo en el terreno sexual y por tanto afectivo; las relaciones íntimas dejaron de ser frecuentes, esto le afectó más a él, a mí no tanto, pues me absorbía el trabajo y otras actividades que realizaba. Dejamos de tener intimidad por más de un año, a mí no me importó, comprendía su situación y sabía que terminaba una etapa. Varias veces lo intentaba pero no respondía, yo trataba de motivarlo, a mi manera, pero tampoco funcionaba. Se esforzaba pero era inútil, además mi apetito sexual tampoco era el mismo, sentía como mi libido venía a la baja, en conjunto con la menopausia. Sin duda, esto profundizó la crisis.
    
    De repente, sin embargo, empezó a plantearme y proponerme cosas, por ejemplo, que me vistiera de otra forma cuando me iba a trabajar, o que fuera al gym en leggins. Yo siempre he sido una ...
    ... mujer recatada y conservadora en mi forma de vestir, ni faldas cortas ni vestidos ajustados. Además, como soy un poco voluptuosa (alta, caderas anchas, trasero grande y piernas gruesas) no me gusta llamar la atención. Él insistía mucho en esto, no sabía el porqué, pues siempre estuvo de acuerdo en mi forma de vestir, tampoco le agradaba que llamara la atención. En una ocasión tenía una cita con un ejecutivo muy importante en su empresa y me dijo que me había comprado una ropa que quería que me pusiera: un vestido aunque largo pero ajustado, lo complací, momentáneamente, pues ya en el coche me cambié, y me vestí como siempre lo hago. Y así lo hice en varias ocasiones, lo complacía momentáneamente, para terminar cambiándome de ropa, pero sentía que eso le empezaba a gustar, saber que yo estaba cambiando y accedía a sus propuestas.
    
    Después me preguntaba si no tenía pretendientes, yo le decía que no, para luego decirme que no le molestaría si los tuviera, considerando que estaba muy bien conservada a pesar de mi edad y que debía aprovechar. No dejaba de insistir, hasta que le dije un día que sí, que si tenía pretendientes, pero que ninguno me interesaba, y que además a qué venía todo eso. Luego fue más allá y me dijo que si quería salir con alguien que lo hiciera, que para él no existía inconveniente. Me parecía una perversión todo lo que me decía y proponía, después de tantos años de un matrimonio feliz con 3 hijos, pero trataba de entenderlo por la situación que estaba ...
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