Complaciéndolo
Fecha: 20/05/2018,
Categorías:
Poesía Erótica,
Autor: milfmature, Fuente: CuentoRelatos
... atravesando.
En una terapia que tomaba, la doctora me decía que la virilidad es muy importante para un hombre y enfrentar su pérdida es motivo de crisis. Yo lo seguía complaciendo, pero sin que hubiera algo real, simplemente era algo que a él le gustaba y le provocaba placer o supongo, excitación. Un día llegó a tal grado que me dijo que si quería estar con otro hombre que lo hiciera pero con la condición de que le contara todo. Yo estaba fuera de casa casi todo el día, y cuando llegaba en la noche estaba en la computadora, siempre en la computadora.
Transcurría el tiempo y no dejaba de preguntarme, hasta que le dije que sí, que había un hombre que me había invitado a salir y que yo me había negado. Se le iluminaron los ojos y me dijo que aceptara. Yo le seguía haciéndole el juego, y ese fue mi error, pues no pasaba por mi mente llevar a cabo sus propuestas
Finalmente le inventé que había aceptado la invitación de ese hombre y que iba a salir a comer con él. Me compró ropa para la susodicha cita y me la puse, era época de calor: una falda corta de color negro, una blusa ajustada de color blanco y un blazer negro, a la altura del largo de la falda y unos tacones altos. No me gustó como me veía, llamaba mucho la atención por mis piernas, gruesas y blancas, pero mi marido estaba feliz al verme vestida así. Por supuesto que me cambié, ya estando en mi auto, y me fui a otro lado.
Esperaba con ansia mi regreso, me cambié nuevamente y llegué a mi casa vestida como me ...
... había visto. Le conté como me había ido, que la había pasado bien y que aquel hombre era muy amable y educado. Seguimos con ese juego, claro, él sin saberlo, hasta que después de disque varias citas a comer o a cenar, me preguntó si este hombre ya me había propuesto tener intimidad. Le respondí que sí, pero que yo no quería. Me preguntó que por qué, le dije que era algo incorrecto, que iba en desacuerdo a mi forma de ser, a mis creencias, a mi juramento de serle fiel. Él se quedó callado, pero insistió preguntándome: “¿Acaso no tienes necesidades como mujer? Sabes bien que ya no puedo satisfacerte como antes”, le dije que no se preocupara, que las mujeres somos diferentes a los hombres y que no pasaba por mi mente buscar satisfacción con otro hombre.
Con toda esta dinámica vi un cambio en él, ya no lo veía malhumorado o ensimismado, parecía que estaba superando su depresión y le estaba encontrando sentido a su vida con todo esto. Yo no sabía qué hacer, si detener todo esto que estaba inventando o continuar complaciéndolo, pues a final de cuentas ese era el fin: complacerlo. Lo consulté con mi terapista y me dijo que mi marido encontraba placer en todo eso y que tenía sus riesgos. Me preguntó que cómo iba mi sexualidad con él y le dije que eran muy poco frecuentes nuestras relaciones y poco satisfactorias.
Al mismo tiempo conocí a un joven como de 40 años que fui a asesorarlo por una herencia que había recibido, me simpatizó desde un inicio, estaba recién divorciado. Por ...