1. Despertar


    Fecha: 20/09/2021, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

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    La primavera llegó con todo su esplendor, el campo se tiñó de todos los colores del arco iris y el sol comenzó a calentar todo lo que se sometía a su reinado casi eterno, ya fuera vegetal o animal.
    
    Melisa salía del instituto a la hora de comer, caminando con su inseparable amiga Tánia apaciblemente por las calles de la ciudad camino a casa. El paseo de casi 30 minutos les venía estupendamente para estirar las piernas y tomar el sol, al tiempo que hacían apetito para la hora de la comida.
    
    Tania era apacible y tranquila, tremendamente afable, sin duda la mejor amiga de Melisa. Debido a su carácter tal vez, le era fácil coger unos quilos y desde siempre la recordaba como una chica rellenita, era su constitución, su naturaleza y aunque haya quien crea lo contrario, no se puede remar siempre a contra corriente. También era muy inteligente y como no le gustaba practicar ningún deporte siempre estaba leyendo algún libro, cuando no se entretenía en el mundo virtual de Internet.
    
    Por su parte Melisa era algo bajita para su edad, de pelo rubio, largo y acaracolado. Muy jovial y cariñosa, amiga de sus amigas y aunque en su grupo había más chicas aparte de Tania, lo cierto es que ellas dos eran como hermanas, porque se conocían desde siempre, ya que vivían en la misma calle y habían ido a las mismas clases desde muy temprana edad.
    
    Iban comentando un tanto escandalizadas la clase sobre educación sexual que habían tenido hoy. Siempre ocurría lo mismo, hablar de sexo en una ...
    ... clase de adolescentes era como encender la mecha del la pólvora y aquello se convertía en un jolgorio generalizado.
    
    En cambio la experta profesora, sexóloga para más señas, había conseguido magistralmente hacerse con el travieso grupo y finalmente todo el mundo estuvo atento a sus explicaciones. Salvo algún bala perdida, que siempre los hay y que no pararon de gastar bromas y hacer comentarios salidos de tono durante toda su exposición.
    
    La sexóloga les había explicado las distintas formas de masturbación, tanto para ellos, que al parecer se contentaban con sacudir su miembro, como a ellas para las que había múltiples opciones y para las que recomendó que cada chica debía buscar la que mejor se adaptase a su cuerpo.
    
    No era la primera vez que oían hablar de sexo, y tampoco entre ellas, pero si era la primera vez que alguien les había dado una explicación tan completa y abierta sobre sexualidad. Ciertamente tanto a Melisa como a Tania, las había dejado maravilladas y ciertamente intrigadas.
    
    - Oye, ¿tu vas a probar esta noche a hacer algo? -le preguntó Melisa a Tania.
    
    Esta soltó una risita nerviosa y carraspeo y se recompuso.
    
    - No sé, tal vez lo intente, ¿tú lo harás?
    
    - Por supuesto, ¡quiero saber qué se siente! -afirmó con entusiasmo la Melisa vital-. Mañana nos lo contamos, ¿vale? Así cada una aprenderá un poquito de la otra, ¡vale! -añadió.
    
    - Vale -afirmó plácidamente con una sonrisa en sus dientes blancos su querida amiga del alma.
    
    Melisa en verdad ...
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