Despertar
Fecha: 20/09/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Sin duda eran muchas y a Melisa le parecía imposible acordarse de todas. Finalmente decidió pinchar en páginas de pornografía, pero sus madre le tenía instalados filtros en el router y en el propio ordenador, por lo que no podía ver este tipo de páginas. Aunque ya por últimas dio con un vídeo que sí pudo ver, en él una chica lo hacía en directo, sobre su propio chochito, eso si con unas braguitas rosas puestas.
Este vídeo captó en seguida su atención, pues además de la imagen se oía la respiración de la chica y como casi al instante, la tela de sus braguitas comenzó a mojarse. Esto le pareció raro a Melisa y llegó a pensar que es que el pipí se le estaba escapando, pero siguió viéndolo y al poco la mancha vertical ya ocupaba sin duda toda la extensión de su rajita.
Melisa seguía viéndolo y comenzó a trabar saliva, sin duda le gustaba ver cómo lo hacía esa chica. Es más metió su mano por el pijama y comenzó a acariciarse igual que hacía ella por encima de sus braguitas.
De repente la mujer retiró sus braguitas mojadas y descubrió su coño depilado, con unos labios arrugados que sobresalían y comenzó a frotarse frenéticamente en su parte de arriba. Lo hacía tan rápido que apenas se veía nada con la poca calidad del streaming del citado vídeo, al tiempo que gemía más y más ...
... fuerte aunque no lo hacía todo el rato.
Luego de repente paró y se abrió los labios con dos de sus dedos mostrando un asombroso vulto encima de ellos, si eso era un clítoris a Melisa le produjo gran impresión pues era enórme. Luego se fijó en sus labios, el interior de su chochito que antes le diera repelús, estaban mojadisimos y lo más raro de todo es que “palpitaban”, se movían sólos mientras la chica gemía y gemía.
Terminó acariciándose la gruesa protuberancia que tenía encima de sus labios mientras seguía gruéndo y seguramente disfrutando de lo que debía ser un orgasmo. Melisa, embelesada le envidió en ese instante y quiso ella misma tener uno.
Asi que siguió acariciándose las braguitas mientras veía de nuevo el vídeo y poco a poco notó como sus propias braguitas se mojaban un poco, pero ni mucho menos como a la chica de la pantalla. Sentía algo agradable pero no parecía ser gran cosa.
Al rato se cansó y se metió en la cama. Allí se quitó las braguitas y descubrió que su vulva estaba también húmeda, aunque no se atrevía a meter sus dedos lo más mínimo, sólo se acariciaba los labios externos de su chochito y notaba la suavidad del líquido que le salía.
Pero nada más, ahora empezó a pensar que aún estaba lejos de su tan ansiado primer orgasmo y esto la desanimó un poco.