Modelo artística.
Fecha: 27/09/2021,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... mi espalda y del cuello y me retiró la prenda. Tampoco era importante, llevaba tiempo sin que aquello tapara nada.
Laura me volvió a echar aceite por la espalda y las nalgas. Javier siguió frotando para impregnarme con él. Cuando llegó a mi culo no se cortó. Metió los dedos entre mis nalgas y, yo creo que aposta, empujó con uno de ellos para ver si tenía cabida. Entró ligeramente.
Laura me echaba aceite por los muslos y desplazó a un lateral el triangulito de mi tanga. Sentí cómo rociaba la zona y que cierta cantidad penetraba en mi interior. Ni se molestó en recolocar el dichoso triangulito para tapar mi raja. Tampoco hubiera servido de nada. Javier, muy diligente, desabrochó los lazos de mi braguita y la retiró.
Sus manos se hundieron entre mis piernas y se aseguraron de que el aceite cubriera todas las partes de mi cuerpo, tanto por fuera como por dentro.
Cuando acabó, me sentía como una perra en celo, deseando que me perforaran, pero opté por mantener el tipo y la dignidad. No podía follarme a un desconocido y delante de otros desconocidos.
- Javier, adoptar la 15. – dijo Laura a la vez que subía a la tarima un taburete de plástico blanco y lo colocaba por delante de mí, hacia un lado.
Dejé que me colocará. Javier me elevó la pierna izquierda. Apoyé el pie sobre el taburete.
En esa postura creo que los dibujantes tenían una vista completa de mi coño. Lo sentía abierto por los masajes. Eso, unido a la inexistencia de vello, tenía que proporcionarles ...
... un modelo excepcional para dibujar.
Al parecer aquello no estaba completo, Javier se volvió a colocar a mi espalda. Por un momento pensé que iba a meterme la polla, pero sólo la colocó entre mis piernas, encajada entre los labios de mi coño y asomando un poco por delante. La notaba gruesa y dura.
Casi me decepcionó. Mantuvimos la posición. El realizaba pequeños movimientos, adelante y atrás, casi imperceptibles. En cada uno de ellos conseguía mover mi clítoris y aumentar mi excitación.
Trascurrido unos minutos pude notar cómo mi propio lubricante chorreaba por la pierna que tenía apoyada en el suelo. Me agaché para mirar. Era un poco embarazoso. Había empapado la polla de Javier y de esta también colgaba un hilo denso que no acababa de caer.
Laura se acercó y lo limpió con un pañuelo mientras me regalaba una sonrisa maligna.
- Adoptar la 5.- dijo Laura a la vez que se bajaba de la tarima.
Recordé la rima. Me temía lo peor.
Javier se separó. Quitó el taburete y me colocó a cuatro patas sobre el tatami, con las piernas separadas y mirando a los dibujantes. ¿Tendría yo razón?
Casi, casi. Se arrodilló detrás de mí, y sin mediar palabra, tras localizar la entrada de mi coño, se metió dentro. No le costó mucho porque yo le daba facilidades. Se supone que debíamos permanecer así para que los alumnos hicieran un boceto.
Javier me daba ligeros empujoncitos que yo notaba en el interior de mi cuerpo como la expansión de un globo.
Volvía a sentirme mojada, ...