Buscá en otro lo que no te doy, pero no me mientas
Fecha: 29/09/2021,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... pasión. Ella una hermosa mujer, delgada pero apetecible y culta. Quizá lo más notable era la rara combinación de un carácter fuerte unido a una ternura deliciosamente femenina. Como era quien llevaba el manejo inmediato del proyecto tuve una relación más cercana con ella que con el resto, al punto que teníamos un saludo de buen humor y casi ritual.
- “Tendría que haberte conocido de soltera”.
- “Te hubiera rechazado porque no me gustan los estudiosos”
Tres años han pasado de aquella charla con Nuria donde le expuse un posible proyecto para asegurar en algo su futuro. En ese lapso terminé mi carrera, después logré doctorarme, y lo que en aquel momento era una declaración de intenciones, una semana atrás había concluido. El otro hecho destacable fue la operación para modificar algo mis facciones. Usualmente don Benito, cada dos o tres semanas, me llamaba para invitarme un café y pedirme opinión sobre algún asunto de interés. Una de esas veces me sorprendió por el tema.
- “Hijo, alguna vez pensaste en hacerte una cirugía facial?”
- “Sí señor, en cuanto pueda lo voy a hacer. No pretendo ser lindo pero sí menos feo”
- “Me darías una alegría si me permitís intervenir. Un cirujano, amigo de muchos años, tiene prolongada experiencia en este tema. Cuando estaba empezando yo le equipé todo el quirófano a pagar cuando pudiera. Lo hizo rapidísimo y al completo, sin embargo dice que de por vida va a permanecer en deuda conmigo. Si le pido que te opere lo va a hacer con ...
... inmenso gusto y seguro no va a permitir que le pagues. Me dejás que lo hable?”
- “Encantado señor”
Y así fue, no cambié el apodo pero sí mi cara. Ya no asusto.
Hace dos días Nuria me invitó para viajar este fin de semana largo y festejar la finalización del emprendimiento. Salimos en su auto y en tres horas ya habíamos llegado. El sábado hicimos unos cálculos por la mañana. Al mediodía comeríamos todos juntos menos Pedro pues no se sentía bien.
Cuando sentí que Lea había llegado fui a saludarla, estaba en la cocina y al entrar, viéndola de espaldas, la saludé como de costumbre.
- “Tendría que haberte conocido soltera”
Se dio vuelta para contestar.
- “Te hubiera rechazado porque no me gustan los estudiosos”
Me llamó la atención verla con cara de agotada, pareciendo estar con el ánimo por el suelo.
- “Algo pasa que estás distinta a la dama que hubiera deseado conocer de soltera”
- “Debe ser que tengo un mal día”
Me acerqué, tomándola de los brazos a la altura de los hombros.
- “No pretendo ser tu confidente, pero debes saber que estoy dispuesto a ayudarte en lo que sea que esté a mi alcance”
Su agradecimiento fue silencioso, me abrazó y apoyando la cabeza en mi hombro pegó su cuerpo al mío. Por supuesto que correspondí apretándola suavemente, pasando mis manos por su espalda en tierna caricia, mientras sentía su pelvis en firme contacto con la mía. La unión habrá durado menos de un minuto pero la sensación de su cercanía fue muy intensa. Se ...