1. Confidencias 23 Mi anito para Dulce y Eduardo


    Fecha: 26/05/2018, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... gesto de picardía señalando a mi cachorro. -Te quiere coger, debe estar desarrollándose muy rápido. Lo recogí para elevarle dejando su tripita a la altura de mis ojos, le salía de los pelos la punta de su verguita roja y brillante, unos tres centímetros, me llamaba la atención su forma tan rara y diferente a la de un humano. Lo coloqué sobre mis piernas pero boca arriba, y con un poco de precaución lo toqué pasando con suavidad la yema de los dedos por el rojo miembro, comenzó a crecer a mucha velocidad hasta sacar más de siete centímetros, no resultaba muy larga ni gorda, parecía un juego y me gustaba observarle sus ojos curiosos mirándome y queriendo lamérsela. Cuando dejaba de tocarle era él quien se pasaba la lengua a lo largo de su pollita. Me atreví y avancé en mi exploración pasando la mano por el resto de su verga escondida, palpitando bajo los pelos hasta llegar a una parte al final donde se le recrecía pero sin sacar al aire y llegué hasta sus pequeños testículos, dos peludas bolitas escondidas. Ahí me detuve y lo volví a colocar en el suelo, enseguida volvió a montarse en mi pierna, rozando allí su pene. -Lo has puesto muy caliente con tus toques y caricias, ahora no va a querer detenerse. Y Eduardo se reía, pero poco después Dulce se dio por vencido y se quedó lamiéndose el pene hasta que se le ocultó. Marché para dormir y Dulce me siguió como ya era su costumbre, me desnudé para colocarme el pantalón corto de dormir y todo volvió a comenzar, es posible que mi ...
    ... olor le excitara y en el baño no me dejaba lavarme la boca insistiendo en montarme la pierna. -¡Ohh! Dulce, déjalo ya, te vas a calentar más y será peor. Le hablaba como si fuera una persona pero él no me entendía. Ya en la cama no se quedaba quieto a pesar de tenerle abrazado, lo solté y apartó la sábana para empezar a lamerme entre las piernas, las abrí e intenté abrazarle contra mí pero no había manera, me miraba y me parecía que su mirada suplicaba diciéndome lo que quería. -Vale, lo haremos, seré tu hembra pero no saldrá bien. A veces he escuchado que las mascotas se llegan a entender con sus dueños y pensé que a Dulce y a mí nos estaba sucediendo cuando comenzó a lamerme la cara buscando mis labios con su caliente lengua, a la vez yo apretaba contra mi vientre la verguita que tenía otra vez al descubierto. -Espera, no seas impaciente, eres como un hombre más. Lo aparte para quitarme el pantaloncito y fui al baño a buscar una crema para darme en el anito, no tenía miedo a su verguita pequeña y delgada pero quería que si me tenía que follar fuera fácil para él meterla. Me coloqué mirando al techo y puse una almohada debajo de mis caderas para elevar el culo al nivel de su verga más o menos, pensaba que era difícil por no decir imposible y que como la vez pasada se correría al intentarlo. Le dispuse sobre mí, no resultaba fácil porque no dejaba de moverse, abracé su cuerpo y recogí las piernas dejándome el culo para que comenzara a puntear en él, sentía su verguita dura ...
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